"No los necesito. Estoy tan calmado que incluso mis sentidos duermen de día" Mi cuerpo yace inmóvil, sobre la cama. No me responde, sólo logro mover las manos a duras penas.
Todo es pequeño entre estas cuatro paredes. Silencio absoluto, ingravidez mental, débil equilibrio. A veces, la línea que separa mi cordura del abismo desaparece, y me encuentro haciendo malabarismos para no caer. Ni siquiera pienso ya en la puñalada que me diste por la espalda.
Esa traición que perpetraste contra mí, tú, por quien lo dejé todo, a quien dediqué mi vida, me tiraste como una colilla a medio apagar; como un cuaderno gastado, sin hojas por escribir. Pero ya no me duele.
"Tus calmantes, es parte del tratamiento" - insisten.
"Me importa una mierda lo que sean".
Para Relajarse Leyendo
Etiquetas
- Fragmentos (77)
- Mensajes (3)
- Relatos (9)
jueves, 23 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Joder pues suerte que os he dicho que no me gustaban ya los personajes tralleros, hay que ver con este!!! Que guay Angelo, tu sabes escribir de todo no?
Que guai, el primer taco y lo suelta Angelo!.
jajajja.
Sigo tios, que hoy llego tarde.
Publicar un comentario