Para Relajarse Leyendo

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miércoles, 29 de agosto de 2007

Angelo - Cantabria

Rocío es una mujer de las que ya quedan pocas en el mundo, por edad, por forma de ser y por las ganas de vivir que pueblan cada pliegue de su piel, elegantemente arrugada por el paso de los años. Luce una brillante media melena blanca, que continuamente se afana en atusar, como si fuese una colegiala esperando a su querido novio a la puerta del colegio.

Yo estoy como voluntaria para cuidar a gente nayor como Rocío, y ella es especial. Su único problema es que se siente algo sola desde que se vino del pueblo a la ciudad, pero a sus 88 años, se defiende perfectamente en casa, y a mi me encanta visitarla mientras me cuenta historias de la vida con nuestra taza de té en la mano.

¿Qué tal te va la vida? Hoy te noto diferente, como más feliz. ¿Ha ocurrido algo agradable en tu vida? - Me pregunta con su eterna sonrisa.

Más o menos. He encontrado un mundo mejor en el que algún día podré vivir, pero no sé dónde se encuentra exactamente.

"Ese lugar está donde tú quieras que esté, Laura. Te voy a contar una historia que me pasó hace mucho tiempo y te va a ayudara entender esto que te digo.
Cuando yo tenía tu edad, y vivía en el pueblo, durante la Guerra Civil, conocí a un chico del bando republicano. Nuestro pueblo estaba en la franja ocupada por los nacionales, pero eso no fue impedimento para que comenzásemos una relación..."

lunes, 27 de agosto de 2007

Luca - Barcelona

Algo aturdida intenté incorporarme. Mi mente se negaba a tal realidad, mientras en el poso de mi alma aún podía sentir paz.
Sonriendo, fuí colocando todos los libros en la cartera. Despacio y con cautela moví mi cuerpo, hacia la puerta y escalera abajo encontré algo en el suelo que me llamó la atención.
Justo delante del 9 Bis, respaldecía entre el felpudo y la puerta lo que en principio parecia un pendiente, me agache, lo puse sobre mi palma y me sorprendí de su belleza. Un pequeño diamante estaba delante de mi, perfecto en su talle, sobrio en su forma y elegante en esencia.
No me di cuenta en que momento se abrió la puerta, solo oí: "Eso es lo que eres tu".
La cara agradable de Rocio me invitó a pasar. Casi sin poder decir palabra me encontraba en el sofá de su casa con una taza de te en la mano.
Déjame que te cuente, preciosa, déjame que te muestre....

6º RELATO - SOY DE DONDE DESEE SER - YULY


Me acosté con frio en mis pies, luego acomodándome a mi cama puse el cojín en mi cabeza.
Pensaba en todo,menos en conciliar el sueño, deprisa corrí la cortina de la ventana, para que los focos de la ciudad no entraran a mi habitacion.Pensaba en el pasado, en lo que hice durante el día , en lo que olvidé hacer, en el hombre que amo y en lo que el estaría pensando en ese mismo instante.
Luego escuchaba a lo lejos voces de personas vagando por la calle, riendo, gritando y quería dejar de pensar, pensar en un futuro, imaginaba como sería mi vida en 20 años más, inmediatamente se me cruzó una imagen de un hombre corriendo, arrancando de algo. Seguí imaginando y millones de cosas aparecían en mi mente sin siquiera querer ser pensadas por mí. De pronto de tanto imaginar,se me dormieron las extremidades y mi cabeza giró hacia la izquierda, fui a crear a otro sitio.
Corria por una calle muy transitada, llena de tráfico, todos me empujaban y yo no podía cruzar una especie de cerro aparecía entre mis ojos.Comencé a desesperar después de que unos niños me lanzaran cada vez que lograba avanzar, no resistí mas y dije:
¡Ya!, no quiero más esta situación, cosa que puso en marcha inmediatamente mi decisión y todo comenzó a ser como yo quería.
Subí hasta la cima y mi cuerpo comenzó a ponerse en posicion de un loto, meditando,todo comenzó a ser calma, paz, tranquilidad y todos sus derivados. Mi rostro fue rosado por brisa, llena de gozo en un minuto eterno de mi vida, me vi en el paraíso de mi interior.
Valles y lagos de frondoso esplendor; un animal extraño comenzó a galopar encima de las aguas y una melodía hermosa caía en mis oidos haciendo la estadía más completa que he tenido en lo que recuerdo de existencia, es que la vivencia en ese lugar era completa, tanto así que si caia de ese monte yo tenía la certeza de que volaría.
Comenze a gritarle a un ser amado que no veía físicamente, pero sabía que me estaba escuchando , que "EN ESE MOMENTO YO ESTABA INMENSAMENTE FELIZ"...
Desperté y no había ido a clases; el tiempo en esta dimensión avanzó demasiado.
Sentia la garganta atorada de sentimientos, los ojos mojados y el corazón a punto de reventar, es que quería volver a ese lugar donde el tiempo no existía y el amor calaba los huesos . La igualdad entre las especies era tan relevante y gracias a esa visión, supe que ese era mi hogar,y que se encuentra esperándome cuando esté lista para volver...

5º RELATO FINALIZADO - EL MISTERIO DE LENORA.

Se ajustó la rebeca sobre los hombros mientras contemplaba la bruma que avanzaba desde mar abierta hacia la playa. Siempre le fascinó la niebla y el misterio que oculta. Tenía la convicción de que hay algo detrás de la bruma que nunca se desvela, sino que se esconde cuando la gasa blanquecina se disipa. Era el Gran Misterio que algún día conocería entrando de lleno en el interior de la bruma...

Se levantó y se dio media vuelta. Empezó a caminar cansinamente hacia su casa, preguntándose cuándo le sería desvelado lo oculto. En ese momento no se daba cuenta de que el Gran Misterio nunca puede ser desvelado, porque dejaría de ser. Dejaría de tener entidad, dejaría de ser Misterio. Pero eso lo sabría más adelante...

Mientras tanto en casa le esperaba una sorpresa. Lenora no podía imaginarse a qué tendría que enfrentarse en unos minutos. (Escrito por Emilia, Madrid)

Delante de la puerta, Lenora se detiene y, perezosamente, hurga con las yemas de los dedos en su bolsillo, tratando de encontrar las llaves sin mucho afán, sin prisa, como decepcionada por no haberse atrevido a penetrar en la espesa niebla, para emprender la búsqueda del Gran Misterio.
Cuando por fin encuentra el oxidado manojo de metal, coge más pequeña de todas, y la introduce en la cerradura. Abre la puerta, y se da cuenta de que no ha tenido que descerrojarla, sólo estaba cerrada de resbalón. "Yo creo que la cerré por completo..." Murmura hacia sus adentros, como tratando de darle explicaciones a su maltrecha memoria.

Pero su memoria no fallaba esta vez. Al adentrarse en el gran salón, Lenora se percató de que no estaba sola en la estancia. En el viejo butacón de color burdeos, frente a la chimenea, que crepitaba cansinamente, tras décadas calentando la casa, se hallaba sentada una figura masculina, pero el contraluz impedía a Lenora descifrar la identidad de la misma.

"Hola Lenora, llevo mucho tiempo esperando encontrarte... ¿No me reconoces?".(Escrito por Angelo, Cantabria)

-No - dijo Lenora, después de una larga pausa pensativa.

-Creo que no

Asustada ante la mirada de aquél desconocido, quería abrir los ojos hasta que se le salieran de las órbitas.
El interés de Lenora por la magia se había reavivado aún más y un solo pensamiento pasaba
por su cabeza. Todo lo que ella creía que eran alucinaciones, ahora estaba claro como el cristal.

- ¿Dios mio, eres tú?

Paralizada, pensaba en correr pero con sus debiles piernas no podría; y ¿hacia dónde correría?

Sólo le quedaba huir hacia la bruma.(Escrito por Robelfu, Barcelona)

-Marcelo !Cabrón! ¿Donde has estado? Desde que te fuiste a por tabaco hace 10 años, que no he sabido nada de tí. ¿Por que te fuiste?
-Estuve en la guerra- dijo el extraño.
-Y veo que te hirieron, que fea cicatriz tienes en la cara.
-Si, y llevo un ojo de cristal (Escrito por Jesús, Barcelona)

Leonora inquieta no deja de moverse por el salón.

- ¿Sabes? llevo nueve años enganchada al tabaco, yo algún día también desapareceré!.
- Deja de moverte tán rápido, por favor, sólo puedo seguirte con un ojo!.
- Ahora también navego, el médico me dijo que me pasaría los días en vela buscando la razón de tu ausencia y entonces me tiré al mar en un velero llamado Libertad.
- Y te marchastes?.
- Sí, y descubrí las gaviotas, pero no encontré una respuesta. Damela tu, me la debes. Dame una razón que justifique mis adicciones!.
- Pués verás. Bajaba por la fuente del gato, y un soldado se despedía de su amada, ella lloraba y lloraba, y él sólo le tendía un kleenex, se hacía el duro. Cuando yo ya salía del estanco, ella le gritó: "Por favoooor, no te vayas, yo sóla no podré mantener a este niño que se mueve en mi vientre". Y entonces me enternecí. Le dí mi ropa y me puse su uniforme. Enseguida llegó un trailer lleno de soldados y todos juntos cantando canciones militares nos encontramos en un frente.
- ¿Porque no me avisastes?.
- Me dejé el movil.
- Me engañas.
- No, compruebalo por tí misma, lo dejé en el cajón de mi escritorio.

Leonor, se fué directa hacia el lugar, abrió el cajón y allí estaba. Lo encendió, y justo, el móvil no tenía batería. Así que lo puso a cargar. Luego volvió a intentar encenderlo y "piii" "piii" "piiii", sms, detrás de sms, que no dejaban de entrar. Ella lo miró estupefacta, después de 10 años ¿los sms aún se habían guardado?. (Escrito por Marta, Barcelona)

No podras verlos porque ya no fabrican baterias de ese modelo, pero te envie muchos.
Justo el camión nos dejó en Cartagena, y allí mismo nos enbarcaron para el Golfo.
Si querida, estuve en la Tormenta del Desierto. Nada mas llegar los americanos ya habían hecho el trabajo y se acabo la guerra. Pero me quedé por allí al calor de los petrodólares.
Trabajé de segurata para el emir de Kuwait, un mariconazo de cuidado. Gané pasta, si, pero tuve que dejarlo porque me acosaba sexualmente. Marché a Iraq.
Ya todo se había calmado, Sadam volvia a gobernar, como si nada hubiera pasado y había mucho trabajo de reconstrucción. Yo me dediqué a lo mio, me enrolé como mercenario.
Fueron tiempos felices, masacrando kurdos y chiitas... Fanáticos. (Escrito por Jesús, Valdivieso)

- Verás Marcelo, mi vida ha cambiado mucho desde que te fuiste, 10 años dan para mucho. No puedo creerme que me digas que has disfrutado mucho matando a otros hombres, pero si realmente eso es cierto, tu corazón está empañado de sangre y de odio. Y aún me pregunto: ¿porque has vuelto?.

- La guerra se terminó, y bueno, pensé que podía recuperar mi vida anterior.

- ¿Tu vida anterior?. Creo que lo primero que deberías hacer, es intentar recuperar tus valores anteriores, y luego empezar otra vez, dejando todo lo pasado donde está, en el pasado!.

A Marcelo se le inhundan los ojos de lágrimas, al parecer toda esa ira que desprende, todo ese cinismo, no es nada más que un disfraz de su alma atormentada.

Leonora le abraza y en ese momento él se desploma pidiendo perdón. Ese perdón que sólo llega cuando el arrepentimiento es emitido desde el corazón y con la conciencia despierta se admite la rectificación.

- Las cosas cambiarán Marcelo, y yo estaré a tu lado para ayudarte a que no te rindas. (Escrito por Marta, Barcelona)

F I N

Gracias a todos los que habéis colaborado.

Marta -Barcelona

- Verás Marcelo, mi vida ha cambiado mucho desde que te fuiste, 10 años dan para mucho. No puedo creerme que me digas que has disfrutado mucho matando a otros hombres, pero si realmente eso es cierto, tu corazón está empañado de sangre y de odio. Y aún me pregunto: ¿porque has vuelto?.

- La guerra se terminó, y bueno, pensé que podía recuperar mi vida anterior.

- ¿Tu vida anterior?. Creo que lo primero que deberías hacer, es intentar recuperar tus valores anteriores, y luego empezar otra vez, dejando todo lo pasado donde está, en el pasado!.

A Marcelo se le inhundan los ojos de lágrimas, al parecer toda esa ira que desprende, todo ese cinismo, no es nada más que un disfraz de su alma atormentada.

Leonora le abraza y en ese momento él se desploma pidiendo perdón. Ese perdón que sólo llega cuando el arrepentimiento es emitido desde el corazón y con la conciencia despierta se admite la rectificación.

- Las cosas cambiaran Marcelo, y yo estaré a tu lado para ayudarte a que no te rindas.


FIN.

sábado, 25 de agosto de 2007

Jesús-Valdivieso

No podras verlos porque ya no fabrican baterias de ese modelo, pero te envie muchos.
Justo el camión nos dejó en Cartagena, y allí mismo nos enbarcaron para el Golfo.
Si querida, estuve en la Tormenta del Desierto. Nada mas llegar los americanos ya habían hecho el trabajo y se acabo la guerra. Pero me quedé por allí al calor de los petrodólares.
Trabajé de segurata para el emir de Kuwait, un mariconazo de cuidado. Gané pasta, si, pero tuve que dejarlo porque me acosaba sexualmente. Marché a Iraq.
Ya todo se había calmado, Sadam volvia a gobernar, como si nada hubiera pasado y había mucho trabajo de reconstrucción. Yo me dediqué a lo mio, me enrolé como mercenario.
Fueron tiempos felices, masacrando kurdos y chiitas... Fanaticos.

viernes, 24 de agosto de 2007

Marta -Barcelona

Leonora inquieta no deja de moverse por el salón.

- ¿Sabes? llevo nueve años enganchada al tabaco, yo algún día también desapareceré!.
- Deja de moverte tán rápido, por favor, sólo puedo seguirte con un ojo!.
- Ahora también navego, el médico me dijo que me pasaría los días en vela buscando la razón de tu ausencia y entonces me tiré al mar en un velero llamado Libertad.
- Y te marchastes?.
- Sí, y descubrí las gaviotas, pero no encontré una respuesta. Damela tu, me la debes. Dame una razón que justifique mis adicciones!.
- Pués verás. Bajaba por la fuente del gato, y un soldado se despedía de su amada, ella lloraba y lloraba, y él sólo le tendía un kleenex, se hacía el duro. Cuando yo ya salía del estanco, ella le gritó: "Por favoooor, no te vayas, yo sóla no podré mantener a este niño que se mueve en mi vientre". Y entonces me enternecí. Le dí mi ropa y me puse su uniforme. Enseguida llegó un trailer lleno de soldados y todos juntos cantando canciones militares nos encontramos en un frente.
- ¿Porque no me avisastes?.
- Me dejé el movil.
- Me engañas.
- No, compruebalo por tí misma, lo dejé en el cajón de mi escritorio.

Leonor, se fué directa hacia el lugar, abrió el cajón y allí estaba. Lo encendió, y justo, el móvil no tenía batería. Así que lo puso a cargar. Luego volvió a intentar encenderlo y "piii" "piii" "piiii", sms, detrás de sms, que no dejaban de entrar. Ella lo miró estupefacta, después de 10 años ¿los sms aún se habían guardado?.

Jesús-Barcelona

-Marcelo !Cabrón! ¿Donde has estado? Desde que te fuiste a por tabaco hace 10 años, que no he sabido nada de tí. ¿Por que te fuiste?
-Estuve en la guerra- dijo el extraño.
-Y veo que te hirieron, que fea cicatriz tienes en la cara.
-Si, y llevo un ojo de cristal

Robelfu - Barcelona

-No - dijo Lenora, después de una larga pausa pensativa.

-Creo que no

Asustada ante la mirada de aquél desconocido, quería abrir los ojos hasta que se le salieran de las órbitas.
El interés de Lenora por la magia se había reavivado aún más y un solo pensamiento pasaba
por su cabeza. Todo lo que ella creía que eran alucinaciones, ahora estaba claro como el cristal.

- ¿Dios mio, eres tú?

Paralizada, pensaba en correr pero con sus debiles piernas no podría; y ¿hacia dónde correría?

Sólo le quedaba huir hacia la bruma.

Angelo - Cantabria

Delante de la puerta, Lenora se detiene y, perezosamente, hurga con las yemas de los dedos en su bolsillo, tratando de encontrar las llaves sin mucho afán, sin prisa, como decepcionada por no haberse atrevido a penetrar en la espesa niebla, para emprender la búsqueda del Gran Misterio.
Cuando por fin encuentra el oxidado manojo de metal, coge más pequeña de todas, y la introduce en la cerradura. Abre la puerta, y se da cuenta de que no ha tenido que descerrojarla, sólo estaba cerrada de resbalón. "Yo creo que la cerré por completo..." Murmura hacia sus adentros, como tratando de darle explicaciones a su maltrecha memoria.

Pero su memoria no fallaba esta vez. Al adentrarse en el gran salón, Lenora se percató de que no estaba sola en la estancia. En el viejo butacón de color burdeos, frente a la chimenea, que crepitaba cansinamente, tras décadas calentando la casa, se hallaba sentada una figura masculina, pero el contraluz impedía a Lenora descifrar la identidad de la misma.

"Hola Lenora, llevo mucho tiempo esperando encontrarte... ¿No me reconoces?".

5º RELATO - EL MISTERIO DE LENORA - Emilia - Madrid

Se ajustó la rebeca sobre los hombros mientras contemplaba la bruma que avanzaba desde mar abierta hacia la playa. Siempre le fascinó la niebla y el misterio que oculta. Tenía la convicción de que hay algo detrás de la bruma que nunca se desvela, sino que se esconde cuando la gasa blanquecina se disipa. Era el Gran Misterio que algún día conocería entrando de lleno en el interior de la bruma...

Se levantó y se dio media vuelta. Empezó a caminar cansinamente hacia su casa, preguntándose cuándo le sería desvelado lo oculto. En ese momento no se daba cuenta de que el Gran Misterio nunca puede ser desvelado, porque dejaría de ser. Dejaría de tener entidad, dejaría de ser Misterio. Pero eso lo sabría más adelante...

Mientras tanto en casa le esperaba una sorpresa. Lenora no podía imaginarse a qué tendría que enfrentarse en unos minutos.

4º RELATO FINALIZADO - HABITACION 601

El viento sopla con pereza. El calendario dice que estamos a últimos de agosto y decido creerlo, darle la oportunidad de convencerme de que, efectivamente, hoy es día 23 de agosto. Ya no sé si puedo confiar en la certeza de los días y las fechas.

¿Qué digo? Ya no sé si puedo confiar en nada... Tu nombre entra y sale de mi estómago sin hacerme daño. He conseguido domesticar el dolor de las letras que lo componen. Me pregunto cuántos días llevo aquí, en este lugar de paredes blancas, hasta que caigo en la cuenta de que no me importa saberlo... Busco entre mis pensamientos al culpable, al pensamiento culpable de todo esto, al primer pensamiento al que siguieron los demás, al que siguieron los que me trajeron hasta aquí. Nada.

De vez en cuando las hojas de ese árbol que hay junto a la ventana chocan contra el cristal y mis sentidos se exaltan: es el suceso más emocionante que tiene lugar aquí, a lo largo de todo el día, en esta habitación... Quiero ver la luna, una de estas noches, pero nunca puedo porque consiguen rendirme de sueño antes del anochecer... "Es hora de tus calmantes". (Escrito por Mado, Alicante)

"No los necesito. Estoy tan calmado que incluso mis sentidos duermen de día" Mi cuerpo yace inmóvil, sobre la cama. No me responde, sólo logro mover las manos a duras penas.

Todo es pequeño entre estas cuatro paredes. Silencio absoluto, ingravidez mental, débil equilibrio. A veces, la línea que separa mi cordura del abismo desaparece, y me encuentro haciendo malabarismos para no caer. Ni siquiera pienso ya en la puñalada que me diste por la espalda.

Esa traición que perpetraste contra mí, tú, por quien lo dejé todo, a quien dediqué mi vida, me tiraste como una colilla a medio apagar; como un cuaderno gastado, sin hojas por escribir. Pero ya no me duele.

"Tus calmantes, es parte del tratamiento" - insisten.

"Me importa una mierda lo que sean". (Escrito por Angelo, Cantabria)

Pero el reloj marca las 10 de la noche, ellos insisten. Me los introduzco en la boca y los dejo descansar debajo de mi lengua, hace ya días, quizá semanas que ya no bajan por mi cuello esas pequeñas grageas. Ellos se van. Cierran la puerta. Y tiro por la taza del wáter esas estúpidas pastillas. Yo sólo necesito verla, tocarla, aunque sea por última vez, aunque sea por un brevísimo instante. Sólo esa sensación me llenaría de paz. No los dichosos calmantes.

Ahora en este momento la esencia de esa sensación sólo la puedo notar en sueños, y es así como estoy durante todo el puto día, dormitando.

Esta noche, es la noche, la noche en que ocurrió el principio de mi fin, de mi degradación como hombre, como persona. Te quería tanto...Intento recordar el porqué, el como, el qué. Hoy tengo la suficiente fuerza y me siento del todo preparado para poder revivir el principio de mi fin.

Me recuesto el cama, enciendo un cigarrillo, ( es el único capricho que me puedo permitir en este lugar), deslizo mis párpados hacia abajo para poder vislumbrar el pasado. Quiero verte, recordar cómo ibas vestida ese día. (Escrito por Rosa, Barcelona)

Y fue en la boda de Raquel que...

"¿Te gusta?"

Me encanta...

"¿Cómo?"

Me encantas. Risas y... te amo, espero que pronto bailemos ese vals... pero llegaste tú.

"¡Ah! No te presenté a la prima de Alfonso..."

Llevabas un vestido de seda blanca. Tu presencia era tan delicada como tu piel y tan fuerte como tu mirada. El primer beso que te di fue inundarme en tu olor a jazmín, el segundo fue aquel comienzo que, irónicamente, fue mi fin.

De enamoradizo nunca fui conocido pero era un niño perdido en tus risas, "David" en tu cabello con el que jugueteabas en cada sorbo de champagne que dabas y... "David" no podía concentrarme, no podía alejarme. "David..." Sabía que no te vería más y rogaba a Dios porque asi sea pues un día más a tu lado me podría llevar a cometer los peores pecados. ¿Qué crees? Ya no creo en Dios.
"¡David!"

Doctor...

"David... qué haces fumando David... ¿Qué logras en esta nube de humo?"

Soñar pesadillas doctor, soñar... pesadillas...

"Cuentame sobre esta carta David, ¿lo harás? David..." (Escrito por JM, Lima)

Todo se está confundiendo...
En mi recuerdo has vuelto tu, el doctor que me atendió y tus duras palabras. Yo sólo quería recordar la primera vez que hicimos el amor, pero ya no tengo el control sobre mi mente...
Abriré esa carta de nuevo, tal vez leyendola una y otra vez hasta memorizarla pueda liberarme de ella, tragar todo el veneno y expulsarlo. Estaba por aqui, en la mesilla quizás. La tengo.

Querido David:

He vuelto aqui al lugar donde nos amamos, nuestra habitación 601, he dejado caer todo mi cuerpo sobre la cama y levántandome la falda he pensado en ti, ahora, te escribo estas palabras para que entiendas.

Falta solo una hora para que llegues y yo no estaré. No volveré a estar jamás. Y aunque ardo en deseos de que me poseas, ni hoy ni nunca estaré bajo tu cuerpo. Renuncio a tus caricias, renuncio a tus surruros y renuncio a tus fantasias. Has ido demasiado lejos David, demasiado dentro y demasiado rápido. Hubiera explorado contigo todas las caras del mal convirtiéndolas en cómplices de nuestra experiencia. Pero hoy, David... ¿cómo se te ocurrió pensar que yo sería capaz?¿cómo?.
¿Es que acaso no he accedido siempre a todos tus deseos, sin cuestioname la moralidad?

Estás enfermo David, estás enfermo... has cruzado la tenue línea que separa la fantasía del dolor y no del nuestro, sino del ajeno... David... he visto como la atabas David, y conociéndote sabía que la encontraría aqui. David, no la busques ni a mí tampoco.

Difícil será vivir una vida sin pasión, pero prefiero retirarme ahora que aún no es una obsesión.

Permíteme que no me despida... (Escrito por Luca, Barcelona)

- ¡Fuera, salga de esta habitación!. Déjeme con mis recuerdos, quiero vivir aquél placer.

- Lo siento David, pero no estás en condiciones de elegir lo que puedes hacer. Vamos a cambiarte la medicación, al parecer la actual no está haciendo el efecto que debería. Te voy a dejar esto, orina dentro, necesitamos hacerte un análisis.

- ¡No lo pienso hacer!.

- Tú mismo, pero piensa si prefieres orinar o que te saquemos sangre. ... Yo no tendría dudas, ¿las sigues teniendo tú?.

Oriné y escupí dentro. Esta rabia me consume, me siento mal, necesito placer y llamo a la enfermera golpeando la puerta y el cristal entrerejado.

- ¿Qué pasa?.

- Enfermera, pase, me siento mal y para calmarme necesito tocar sus piernas y ver qué hay debajo de esa bata. -Sonreí al ver su cara descolocada, y pude oler el sudor frío que le daba.

- Ahora, vendrán a darte tu nueva medicación, me parece que ya no podrás escupirla.

- Jódete.

Pude ver como su mirada me contestaba lo mismo, mientras saludaba a los que venían a condenarme al no sentir.
Abrieron la puerta y supe que ya nunca más volvería a levantarme de esa cama hasta que mi deseos quedaran anulados, hasta que mis recuerdos fuesen olvidados y hasta que alguien decidiera que mi placer había cambiado. Hasta entonces me quedaré aquí, me quedaré sin pensamiento y sin conocimiento. (Escrito por Marta, Barcelona)

Dejaré de recordarte y de recordar tu traición y de sentir las mariposas encerradas en lo más profundo de mis vísceras. Dejarás de existir para mí. Y yo no me enteraré de tu ausencia y de mi olvido porque estaré sin conocimiento. Como debía de haber estado hace mucho tiempo.

- Antes de que te duermas, debes responder unas preguntas que te hará el juez. Luego, las pastillas. ¿Te portarás bien?.

El juez. Sólo viene a saber detalles. Como los buitres a la carroña. Detalles que son íntimos, míos y de ella. Ya tienen el arma. Que me juzguen y condenen a muerte. Así podré salir de esta habitación y dejar de obsesionarme con la 601 de aquel hotel de la costa. Mientras tanto, seguiré viendo el mar que no existe atado a mi cama, antes de dormirme. No quiero hablar con el juez. No quiero portarme bien. Cuando me duerma, nada existirá y todo se habrá desvanecido. Sólo el sueño me hará libre... (Escrito por Emilia, Madrid)

F I N

Gracias a todos los que habéis colaborado.

Emilia - Madrid

Dejaré de recordarte y de recordar tu traición y de sentir las mariposas encerradas en lo más profundo de mis vísceras. Dejarás de existir para mí. Y yo no me enteraré de tu ausencia y de mi olvido porque estaré sin conocimiento. Como debía de haber estado hace mucho tiempo.

- Antes de que te duermas, debes responder unas preguntas que te hará el juez. Luego, las pastillas. ¿Te portarás bien?.

El juez. Sólo viene a saber detalles. Como los buitres a la carroña. Detalles que son íntimos, míos y de ella. Ya tienen el arma. Que me juzguen y condenen a muerte. Así podré salir de esta habitación y dejar de obsesionarme con la 601 de aquel hotel de la costa. Mientras tanto, seguiré viendo el mar que no existe atado a mi cama, antes de dormirme. No quiero hablar con el juez. No quiero portarme bien. Cuando me duerma, nada existirá y todo se habrá desvanecido. Sólo el sueño me hará libre...


FIN.

Marta - Barcelona.

- ¡Fuera, salga de esta habitación!. Déjeme con mis recuerdos, quiero vivir aquél placer.

- Lo siento David, pero no estás en condiciones de elegir lo que puedes hacer. Vamos a cambiarte la medicación, al parecer la actual no está haciendo el efecto que debería. Te voy a dejar esto, orina dentro, necesitamos hacerte un ánalisis.

- ¡No lo pienso hacer!.

- Tú mismo, pero piensa si prefieres orinar o que te saquemos sangre. ... Yo no tendría dudas, ¿las sigues teniendo tú?.

Oriné y escupí dentro. Esta rabia me consume, me siento mal, necesito placer y llamo a la enfermera golpeando la puerta y el cristal entrerejado.

- ¿Qué pasa?.

- Enfermera, pase, me siento mal y para calmarme necesito tocar sus piernas y ver qué hay debajo de esa bata. -Sonreí al ver su cara descolocada, y pude oler el sudor frío que le daba.

- Ahora, vendrán a darte tu nueva medicación, me parece que ya no podrás escupirla.

- Jódete.

Pude ver como su mirada me contestaba lo mismo, mientras saludaba a los que venían a condenarme al no sentir.
Abrieron la puerta y supe que ya nunca más volvería a levantarme de esa cama hasta que mi deseos quedaran anulados, hasta que mis recuerdos fuesen olvidados y hasta que alguien decidiera que mi placer había cambiado. Hasta entonces me quedaré aquí, me quedaré sin pensamiento y sin conocimiento.

Luca -Barcelona

Todo se está confundiendo...
En mi recuerdo has vuelto tu, el doctor que me atendió y tus duras palabras. Yo sólo quería recordar la primera vez que hicimos el amor, pero ya no tengo el control sobre mi mente...
Abriré esa carta de nuevo, tal vez leyendola una y otra vez hasta memorizarla pueda liberarme de ella, tragar todo el veneno y expulsarlo. Estaba por aqui, en la mesilla quizás. La tengo.

Querido David:

He vuelto aqui al lugar donde nos amamos, nuestra habitación 601, he dejado caer todo mi cuerpo sobre la cama y levántandome la falda he pensado en ti, ahora, te escribo estas palabras para que entiendas.

Falta solo una hora para que llegues y yo no estaré. No volveré a estar jamás. Y aunque ardo en deseos de que me poseas, ni hoy ni nunca estaré bajo tu cuerpo. Renuncio a tus caricias, renuncio a tus surruros y renuncio a tus fantasias. Has ido demasiado lejos David, demasiado dentro y demasiado rápido. Hubiera explorado contigo todas las caras del mal convirtiéndolas en cómplices de nuestra experiencia. Pero hoy, David... ¿cómo se te ocurrió pensar que yo sería capaz?¿cómo?.
Es que acaso no he accedido siempre a todos tus deseos, sin cuestioname la moralidad?

Estás enfermo David, estás enfermo... has cruzado la tenue linea que separa la fantasía del dolor y no del nuestro, sino del ajeno... David... he visto como la atabas David, y conociendote sabía que la encontraría aqui. David, no la busques ni a mi tampoco.

Difícil será vivir una vida sin pasión, pero prefiero retirarme ahora que aún no es una obsesión.

Permíteme que no me despida...

JM - Perú

Y fue en la boda de Raquel que...

"¿Te gusta?"

Me encanta...

"¿Cómo?"

Me encantas. Risas y... te amo, espero que pronto bailemos ese vals... pero llegaste tú.

"¡Ah! No te presenté a la prima de Alfonso..."

Llevabas un vestido de seda blanca. Tu presencia era tan delicada como tu piel y tan fuerte como tu mirada. El primer beso que te di fue inundarme en tu olor a jazmin, el segundo fue aquel comienzo que, irónicamente, fue mi fin.

De enamoradizo nunca fui conocido pero era un niño perdido en tus risas, "David" en tu cabello con el que jugueteabas en cada sorbo de champagne que dabas y... "David" no podía concentrarme, no podía alejarme. "David..." Sabía que no te vería más y rogaba a Dios porque asi sea pues un día más a tu lado me podría llevar a cometer los peores pecados. ¿Qué crees? Ya no creo en Dios.
"¡David!"

Doctor...

"David... qué haces fumando David... ¿Qué logras en esta nube de humo?"

Soñar pesadillas doctor, soñar... pesadillas...

"Cuentame sobre esta carta David, ¿lo harás? David..."

jueves, 23 de agosto de 2007

Rosa - Barcelona

Pero el reloj marca las 10 de la noche, ellos insisten. Me los introduzco en la boca y los dejo descansar debajo de mi lengua, hace ya dias, quizás semanas que ya no bajan por mi cuello esas pequeñas grageas. Ellos se van. Cierran la puerta. Y tiro por la taza del wáter esas estúpidas pastillas. Yo sólo necesito verla, tocarla, aunque sea por última vez, aunque sea por un brevísimo instante. Sólo esa sensación me llenaria de paz. No los dichosos calmantes.

Ahora en este momento la esencia de esa sensación sólo la puedo notar en sueños, y es así como estoy durante todo el puto dia, dormitando.

Esta noche, es la noche, la noche en que ocurrió el principio de mi fin, de mi degradación como hombre, como persona. Te queria tanto...Intento recordar el porqué, el como, el qué. Hoy tengo la suficiente fuerza y me siento del todo preparado para poder revivir el principio de mi fin.

Me recuesto el cama, enciendo un cigarrillo, ( es el unico capricho que me puedo permitir en este lugar), deslizo mis párpados hacia abajo para poder vislumbrar el pasado. Quiero verte, recordar como ibas vestida ese dia.

Angelo - Cantabria

"No los necesito. Estoy tan calmado que incluso mis sentidos duermen de día" Mi cuerpo yace inmóvil, sobre la cama. No me responde, sólo logro mover las manos a duras penas.

Todo es pequeño entre estas cuatro paredes. Silencio absoluto, ingravidez mental, débil equilibrio. A veces, la línea que separa mi cordura del abismo desaparece, y me encuentro haciendo malabarismos para no caer. Ni siquiera pienso ya en la puñalada que me diste por la espalda.

Esa traición que perpetraste contra mí, tú, por quien lo dejé todo, a quien dediqué mi vida, me tiraste como una colilla a medio apagar; como un cuaderno gastado, sin hojas por escribir. Pero ya no me duele.

"Tus calmantes, es parte del tratamiento" - insisten.

"Me importa una mierda lo que sean".

4º RELATO - HABITACION 601 - Mado - Alicante


El viento sopla con pereza. El calendario dice que estamos a últimos de agosto y decido creerlo, darle la oportunidad de convencerme de que, efectivamente, hoy es día 23 de agosto. Ya no sé si puedo confiar en la certeza de los días y las fechas.

¿Qué digo? Ya no sé si puedo confiar en nada... Tu nombre entra y sale de mi estómago sin hacerme daño. He conseguido domesticar el dolor de las letras que lo componen. Me pregunto cuántos días llevo aquí, en este lugar de paredes blancas, hasta que caigo en la cuenta de que no me importa saberlo... Busco entre mis pensamientos al culpable, al pensamiento culpable de todo esto, al primer pensamiento al que siguieron los demás, al que siguieron los que me trajeron hasta aquí. Nada.

De vez en cuando las hojas de ese árbol que hay junto a la ventana chocan contra el cristal y mis sentidos se exaltan: es el suceso más emocionante que tiene lugar aquí, a lo largo de todo el día, en esta habitación... Quiero ver la luna, una de estas noches, pero nunca puedo porque consiguen rendirme de sueño antes del anochecer... "Es hora de tus calmantes".

Cada Día Más

Bueno, ya hoy hemos llegado a los 10 autores, y la lista sigue creciendo.

Los que hayais solicitado la invitación, revisad vuestros correos. Si aún no la habéis recibido, dejad un comment en este post.

Por otra parte, que alguno de los nuevos comuneros se anime a comenzar el siguiente relato. Los tres primeros han quedado estupendos, esperemos ir mejorando.

Un saludo!! Angelo.

3er. RELATO FINALIZADO - RAMON


Personaje atípico, se me antoja definir a Ramón. Desde que tengo uso de razón que cada día se levanta a la misma hora, camina diez kilómetros y vuelve a su casa. No le ves en la plaza, no le oyes en el bar. Son muchos los años que hace no pisa la iglesia y más los que no sale de este lugar. Un rastro de leyendas se agolpan sobre sus pasos cuando cada mañana camina, dirección oeste, por la colina. Lo cierto es que nadie absolutamente nadie sabe realmente quien es ni que hace.La curiosidad que siempre tuve de pequeño se ha despertado en mi de nuevo, ayer, por primera vez Ramón abrió su boca para darme los buenos días. Estupefacto sólo salió de mi un cordial Buenos días Ramón, y nada más. Hoy me muerdo los puños porque son tantas las preguntas que tengo para él.Dicen los ancianos que si te acercas a su casa ya no eres el mismo cuando vuelves y mencionan una y otra vez el caso de Beatriz que amablemente le llevó una tarta y que al día siguente cogió un tren hacia París. Los más supersticiosos insisten en que deberíamos invitarle amablemente a dejar el pueblo. LLevo oyendo historias parecidas desde que nací pero hay una que siempre me ha tenido intrigado, fascinado algo nervioso cuando lo veo. Siempre he querido preguntarle: Ramón, dime si es verdad que... (Escrito por Luca)

una vez surcaste los cinco continentes a lomos de un bello corcel. Que visitaste a los más ricos gobernantes, y los más pobres lugares de nuestra tierra, que tu rombre era conocido y respetado.Cuentan en los mentideros que luchaste en duras batallas, que viviste largas penurias a través del desierto, que alcanzaste las más altas cimas. Que coronaste los techos de la tierra a lomos de tu pura sangre español, de lomo rojizo como las tardes sobre la Alhambra.Dicen también que aconsejaste a sabios gobernantes, que eras respetado allende los mares, en otras tierras lejanas. Y que un día, por motivos desconocidos, tu respetado nombre cayó en el olvido. ¿Qué pasó aquél día, Ramón? (Escrito por Angelo)

Quizá yo, tu vecina Helena que, pared con pared, nuestras habitaciones se unen, podría desvelar el misterio.Pero apenas oigo a través de la gruesa pared de piedra. Alguna noche un suspiro, otra noche unos pasos lentos deslizándose por el suelo, alguna silla siendo arrastrada, ¿o quizás era una mesa?.Pero un día oí decir que en algún lugar de su casa se esconden maravillosos tesoros que fue recopilando a través de sus fantásticos viajes; tiaras de perlas de reinas de reinos desconocidos, cetros de los antiguos faraones del Alto Egipto, collares, pulseras y anillos de bellas cortesanas y cofres llenos de monedas arrebatados de piratas de renombre.Todo eso me intriga, pensar que vive austeramente teniendo los más valiosos tesoros...Algún dia me decidiré iré a verlo o quizás me cuele en su casa...Tengo que hacerlo para desvelar al pueblo quién es Ramón.Debo mucho a este pueblo. Me acogió en su seno cuando nadie quería saber nada de mi. Mi vida , toda una vida ocultándome a los ojos de la gran ciudad, una vida maltrecha por los hombres, una vida ultrajada por mi familia...Y ahora este pueblo, a este pueblo le debo mi nueva vida. Nadie sabe quién soy...Fuera en la gran plaza donde mi casa nace en sus escaleras, cae el sol de la tarde, ya nadie pasea por sus calles que fluyen de esta plaza tan silenciosa. Las sombras se esconden detrás de sus puertas...Y veo a Ramón salir de su casa, cerrar la gran puerta de madera de pino y volver su cuerpo hacia la derecha y caminar con su espalda curvada, no sé si por los años o por la sabiduria que en ella ha almacenado. y veo el momento el gran momento de poder entrar y hurgar en su vida, de saber porque a Ramón lo han olvidado. Mi corazón late cada vez con más fuerza, saber que tocaré tus cosas, que respiraré el aire de su casa, aire que cada dia respiras tú, Ramón, Ramón...Salgo a la calle, a hurtadillas, sé lo que tengo que hacer, llevo en mi bolsillo una vieja llave que años atrás utilizaba. Me acerco a la gran puerta y miro de reojo a ambos lados de la plaza, mientras mi mano, firme, introduce la llave en la cerradura. (Escrito por Rosa).

Mi mano gira en sentido contrario a las agujas del reloj, y la puerta se desliza suavemente invitándome a descubrir todas aquellas historias que durante tanto tiempo he oído sobre lo que esta casa guarda en su interior. Mis pies pudorosos, avanzan temorosos del cualquier ruido, en silencio se deslizan levantando los tacones. La luz apenas penetra y un olor familiar me acecha, es el mismo olor que recuerdo de tardes infantiles sentada en las piernas de mi abuelo, mientras este me leía cuentos de hadas y tristes vidas de princesas cuyos destinos cambiaban al conocer algún príncipe, historias de piratas con patas de palos, ojos tapados y loros en sus hombros. Historias de casitas de dulces y muñecos de madera que al mentir les crecían la nariz. Eternos niños que no crecían y bosques encantados dando cobijo a alguna bruja vestida de negro y subida en escoba o algún mago con barbas blancas y baritas mágicas. El olor de los años acumulados de hojas encuadernadas con lomos de letras doradas, el olor del tiempo que ofrecía la vieja librería donde pasé tantas horas. Me dejé llevar, a tientas de no tropezar, prendí una cerilla para encender el quinqué que reposaba sobre una mesita auxiliar justo en la entrada de la casa. Lo levanté por encima de mi cabeza con la única intención de echar un rápido vistazo a mi alrededor. (Escrito por Marta).

El ansia por encontrarme de frente con todas aquellas leyendas, me cegó durante unos segundos, los que necesité para cerciorarme de que el interior de aquella modesta casa, era tan sencilla como realmente aparentaba.Desilusionada, deambulé por sus pasillos como alma en pena hasta encontrarme con la pequeña y oscura habitación. Cualquier otra persona no habría notado nada extraño en aquellas cuatro paredes, pero mi corazón se aceleró al ver la pequeña foto que reinaba en la mesita de noche.Me acerqué temblorosa, cogí el marco y lo iluminé por completo con el quinqué. (Escrito por Lex).

Apenas lo había cogido cuando oí sonar la cerradura de la puerta. Apago el quinque y entorno la puerta de la habitación. Miro a ambos lados, no hay más salida de la estancia que esta puerta. Ninguna de las ventanas está abierta, y si me moviese me delataría el crujir de la madera.Oigo como se abre y se cierra la puerta.¿Qué voy a decir? ¿Que puedo hacer?Vamos piensa, piensa, piensa...Oigo pasos que caminan de un lado a otro en la entrada. Siento que si respiro demasiado fuerte me descubrira aqui...O quizá vuelva a marcharse... (Escrito por Dylan).

Atemorizada y con el corazón apunto de pararse, me vino un escalofrío y me acordé de cuando yo era pequeña y jugábamos al escondite en esa misma casa .También recordé que en una de las habitaciones de esa casa había un pequeño baúl en el cual yo siempre me escondía. Recé para que fuera esa misma habitación y poder esconderme en él.Los pasos cada vez estaban más cerca y en la oscuridad me deslicé por la habitación a ver si lo encontraba.A tientas y con el miedo en el cuerpo por fin lo encontré. Con mucho sigilo abrí la tapa y me introduje en él.Al instante se abrió la puerta, Ramón se sentó delante del antiquísimo escritorio, en el que yo minutos antes descubría aquella fotografía .Con la luz de quinqué y a través de la cerradura vi que Ramón se inquietaba mirando una y otra vez por todas partes, algo le preocupaba.Pero cuál fue mi sorpresa cuando me percaté, que con los nervios me había escondido con la fotografía.¿seria esa la causa de tanto revuelo?¿se había dado cuenta de que alguien había entrado en su casa? (Escrito por Robelfu).

Intentando controlar mi respiración y el fuerte latido de mi corazón, fuí ordenando mis pensamientos. Con calma y mirando a través de la nebulosa que envolvía mi pasado, me adentré en los años de mi infancia, una infancia feliz pero marcada por el miedo de mi madre, un miedo que se reflejaba en su cara aún queriendo disimular una alegría ficticia. En el seno de mi madre se iba gestando una criatura que hubiera colmado las ansias y la felicidad de mis padres, una joven pareja con un futuro prometedor. Pero algo ocurria en esa felicidad. Mis padres apenas se hablaban, y en sus caras no reflejaban con ilusión la llegada de un nuevo miembro a la familia. Yo tenía 8 años pero me daba cuenta de que el embarazo llegaba a su fin. Y mamá se fué al hospital, sola, sin el apoyo de mi padre.A su regreso, en sus brazos, no llevaba a la criatura que sólo yo esperaba con ilusión. Nunca hablaron de ello, nunca.Y ahora yo, en mi seno, acurrucada dentro de ése baúl, aferraba con fuerza el retrato de mi madre. (Escrito por Rosa).

En ese preciso instante, Ramón se da la vuelta y centra su mirada en el baúl. Mi cuerpo queda paralizado pensando que Ramón pueda descubrirme. Pasan unos segundos eternos. Todo se detiene; Ramón, con la mirada todavía fija en el baúl, barrunta algo que no llego a entender y enfadado, como nunca antes le había visto, se acerca al baúl. Ahora sólo llego a ver sus piernas, se encuentra justo delante del baúl.Pasa el tiempo y Ramón sigue allí, inmóvil frente al baúl. No llego a adivinar qué hace exactamente. De repente, Ramón se mueve hacia su derecha y exclama: "¡Así que estabas aquí! ¡Ya sabía yo que te encontraría aqui!Pero el baúl sigue sin abrirse. Mi respiración empieza a acelerarse, y procuro intentar que no se oiga mucho.Acerco mi ojo a la cerradura del baúl, para averiguar qué está pasando en la habitación. Ramón, con gesto más aliviado, sostiene un paraguas en su mano derecha, mientras sigue conversando con el negro artilugio: "Ya me hago viejo, cada día me cuesta más encontrarte..." (Escrito por Angelo).


Calmate Helena, cálmate.
Espera...
Se oyó, de nuevo el crujir de la puerta.
Ahora.
Entumecida logré salir del baúl. Paralizada por lo que podía haber sido, decidí tomarme unos instantes hasta que mi mente y mi corazón desaceleraran su ritmo.
Respira hondo Helena.
Otra vez.
Otra.
Ya está. Ramón no volverá aproximadamente hasta dentro de dos horas. Está lloviendo y a vuelto a por su paragüas, nada ni nadie le ha hecho variar su paseo en todos estos años, asi que hoy no va a ser una excepción.
Ya puedes seguir con lo que te ha traido hasta aqui. Vamos, esto lo tienes que liquidar hoy mismo.
En la cárcel me habían enseñado técnicas de relajación, mejorar mi autoestima y todas esas parlotadas a las que yo no prestaba atención, pero hoy, aquellos diálogos de coherencia fluían en mi de una manera sorpendentemente tranquilizadora.
Decidí actuar con naturalidad, eso me haría sentir segura y bien. Fuí a la cocina, alargué mi brazo y me servi un vaso de agua, sentada en el taburete de mimbre saqué de nuevo la fotografía de mi Madre. Cuando la miré a los ojos sonreí y a medida que saboreaba imaginaba un gran secreto. Siempre cometemos el error de pensar que nuestras madres solo son eso, madres, pero lo cierto es que son mujeres que ejercen de madres. Pensar así hizo que cualquier ápice de decepción que tuviera respecto a su comportamiento, se transformara inmediatamente en un guiño de complicidad entre amigas.
Mama, susurré en voz alta.
Tuviste que sufrir, ¿verdad?
Tranquila tu secreto está a salvo conmigo.
Sabes, mamá, en cierta manera me alegro de haberlo sabido. A mis ojos te has vuelto más humana y eso hace que yo me sienta menos imperfecta.
Mamá, me gustaría que me lo hubieses contado, sentadas, las dos, en el porche de casa, con ese maravilloso te que preparabas, un día de primavera. Con la imagen de cientos de amapolas a nuestro alrededor y de tu dulce voz saliendo una frase como... hija, creo que ya estás lista para entender esto y que un guiño de tus enormes ojos azules fuera para siempre el lacre de este secreto.
Mama, no puedo por más que sentirme orgullosa de ti. Tu, valiente en la clandestinidad, fuiste capaz de seguir a tu corazón.
Mañana volveré, mañana Ramón tiene muchas cosas que contarme
Mamá, tranquila, aún me acuerdo de preparar el te. (Escrito por Luca).



F I N

Gracias a todos los que habeís colaborado.

Luca - Barcelona

Calmate Helena, cálmate.
Espera...
Se oyó, de nuevo el crujir de la puerta.
Ahora.
Entumecida logré salir del baúl. Paralizada por lo que podía haber sido, decidí tomarme unos instantes hasta que mi mente y mi corazón desaceleraran su ritmo.
Respira hondo Helena.
Otra vez.
Otra.
Ya está. Ramón no volverá aproximadamente hasta dentro de dos horas. Está lloviendo y a vuelto a por su paragüas, nada ni nadie le ha hecho variar su paseo en todos estos años, asi que hoy no va a ser una excepción.
Ya puedes seguir con lo que te ha traido hasta aqui. Vamos, esto lo tienes que liquidar hoy mismo.
En la cárcel me habían enseñado técnicas de relajación, mejorar mi autoestima y todas esas parlotadas a las que yo no prestaba atención, pero hoy, aquellos diálogos de coherencia fluían en mi de una manera sorpendentemente tranquilizadora.
Decidí actuar con naturalidad, eso me haría sentir segura y bien. Fuí a la cocina, alargué mi brazo y me servi un vaso de agua, sentada en el taburete de mimbre saqué de nuevo la fotografía de mi Madre. Cuando la miré a los ojos sonreí y a medida que saboreaba imaginaba un gran secreto. Siempre cometemos el error de pensar que nuestras madres solo son eso, madres, pero lo cierto es que son mujeres que ejercen de madres. Pensar así hizo que cualquier ápice de decepción que tuviera respecto a su comportamiento, se transformara inmediatamente en un guiño de complicidad entre amigas.
Mama, susurré en voz alta.
Tuviste que sufrir, ¿verdad?
Tranquila tu secreto está a salvo conmigo.
Sabes, mamá, en cierta manera me alegro de haberlo sabido. A mis ojos te has vuelto más humana y eso hace que yo me sienta menos imperfecta.
Mamá, me gustaría que me lo hubieses contado, sentadas, las dos, en el porche de casa, con ese maravilloso te que preparabas, un día de primavera. Con la imagen de cientos de amapolas a nuestro alrededor y de tu dulce voz saliendo una frase como... hija, creo que ya estás lista para entender esto y que un guiño de tus enormes ojos azules fuera para siempre el lacre de este secreto.
Mama, no puedo por más que sentirme orgullosa de ti. Tu, valiente en la clandestinidad, fuiste capaz de seguir a tu corazón.
Mañana volveré, mañana Ramón tiene muchas cosas que contarme
Mamá, tranquila, aún me acuerdo de preparar el te.
F I N
Gracias a todos los que habeís colaborado.

Angelo - Cantabria

En ese preciso instante, Ramón se da la vuelta y centra su mirada en el baúl. Mi cuerpo queda paralizado pensando que Ramón pueda descubrirme.

Pasan unos segundos eternos. Todo se detiene; Ramón, con la mirada todavía fija en el baúl, barrunta algo que no llego a entender y enfadado, como nunca antes le había visto, se acerca al baúl. Ahora sólo llego a ver sus piernas, se encuentra justo delante del baúl.

Pasa el tiempo y Ramón sigue allí, inmóvil frente al baúl. No llego a adivinar qué hace exactamente. De repente, Ramón se mueve hacia su derecha y exclama: "¡Así que estabas aquí! ¡Ya sabía yo que te encontraría aqui!

Pero el baúl sigue sin abrirse. Mi respiración empieza a acelerarse, y procuro intentar que no se oiga mucho.

Acerco mi ojo a la cerradura del baúl, para averiguar qué está pasando en la habitación. Ramón, con gesto más aliviado, sostiene un paraguas en su mano derecha, mientras sigue conversando con el negro artilugio: "Ya me hago viejo, cada día me cuesta más encontrarte..."

miércoles, 22 de agosto de 2007

Rosa - Barcelona

Intentando controlar mi respiración y el fuerte latido de mi corazón, fuí ordenando mis pensamientos. Con calma y mirando a través de la nebulosa que envolvía mi pasado, me adentré en los años de mi infancia, una infancia feliz pero marcada por el miedo de mi madre, un miedo que se reflejaba en su cara aún queriendo disimular una alegría ficticia. En el seno de mi madre se iba gestando una criatura que hubiera colmado las ansias y la felicidad de mis padres, una joven pareja con un futuro prometedor. Pero algo ocurria en esa felicidad. Mis padres apenas se hablaban, y en sus caras no reflejaban con ilusión la llegada de un nuevo miembro a la familia. Yo tenía 8 años pero me daba cuenta de que el embarazo llegaba a su fin. Y mamá se fué al hospital, sola, sin el apoyo de mi padre.
A su regreso, en sus brazos, no llevaba a la criatura que sólo yo esperaba con ilusión. Nunca hablaron de ello, nunca.
Y ahora yo, en mi seno, acurrucada dentro de ése baúl, aferraba con fuerza el retrato de mi madre.

martes, 21 de agosto de 2007

Robelfu - Barcelona

Atemorizada y con el corazón apunto de pararse, me vino un escalofrío y me acordé de cuando yo era pequeña y jugábamos al escondite en esa misma casa .

También recordé que en una de las habitaciones de esa casa había un pequeño baúl en el cual yo siempre me escondía. Recé para que fuera esa misma habitación y poder esconderme en él.
Los pasos cada vez estaban más cerca y en la oscuridad me deslicé por la habitación a ver si lo encontraba.

A tientas y con el miedo en el cuerpo por fin lo encontré. Con mucho sigilo abrí la tapa y me introduje en él.
Al instante se abrió la puerta, Ramón se sentó delante del antiquísimo escritorio, en el que yo minutos antes descubría aquella fotografía .

Con la luz de quinqué y a través de la cerradura vi que Ramón se inquietaba mirando una y otra vez por todas partes, algo le preocupaba.

Pero cuál fue mi sorpresa cuando me percaté, que con los nervios me había escondido con la fotografía.

¿seria esa la causa de tanto revuelo?
¿se había dado cuenta de que alguien había entrado en su casa?

Dy - Madrid

Apenas lo había cogido cuando oí sonar la cerradura de la puerta. Apago el quinque y entorno la puerta de la habitación. Miro a ambos lados, no hay más salida de la estancia que esta puerta.
Ninguna de las ventanas está abierta, y si me moviese me delataría el crujir de la madera.
Oigo como se abre y se cierra la puerta.
¿Qué voy a decir? ¿Que puedo hacer?
Vamos piensa, piensa, piensa...

Oigo pasos que caminan de un lado a otro en la entrada. Siento que si respiro demasiado fuerte me descubrira aqui...

O quizá vuelva a marcharse...

Lex - Barcelona.

El ansia por encontrarme de frente con todas aquellas leyendas, me cegó durante unos segundos, los que necesité para cerciorarme de que el interior de aquella modesta casa, era tan sencilla como realmente aparentaba.

Desilusionada, deambulé por sus pasillos como alma en pena hasta encontrarme con la pequeña y oscura habitación. Cualquier otra persona no habría notado nada extraño en aquellas cuatro paredes, pero mi corazón se aceleró al ver la pequeña foto que reinaba en la mesita de noche.

Me acerqué temblorosa, cogí el marco y lo iluminé por completo con el quinqué.

lunes, 20 de agosto de 2007

Marta - Barcelona.

Mi mano gira en sentido contrario a las agujas del reloj, y la puerta se desliza suavemente invitándome a descubrir todas aquellas historias que durante tanto tiempo he oído sobre lo que esta casa guarda en su interior. Mis pies pudorosos, avanzan temorosos del cualquier ruido, en silencio se deslizan levantando los tacones. La luz apenas penetra y un olor familiar me acecha, es el mismo olor que recuerdo de tardes infantiles sentada en las piernas de mi abuelo, mientras este me leía cuentos de hadas y tristes vidas de princesas cuyos destinos cambiaban al conocer algún príncipe, historias de piratas con patas de palos, ojos tapados y loros en sus hombros. Historias de casitas de dulces y muñecos de madera que al mentir les crecían la nariz. Eternos niños que no crecían y bosques encantados dando cobijo a alguna bruja vestida de negro y subida en escoba o algún mago con barbas blancas y baritas mágicas. El olor de los años acumulados de hojas encuadernadas con lomos de letras doradas, el olor del tiempo que ofrecía la vieja librería donde pasé tantas horas.
Me dejé llevar, a tientas de no tropezar, prendí una cerilla para encender el quinqué que reposaba sobre una mesita auxiliar justo en la entrada de la casa. Lo levanté por encima de mi cabeza con la única intención de echar un rápido vistazo a mi alrededor.

Rosa - Barcelona

Quizá yo, tu vecina Helena que, pared con pared, nuestras habitaciones se unen, podría desvelar el misterio.

Pero apenas oigo a través de la gruesa pared de piedra. Alguna noche un suspiro, otra noche unos pasos lentos deslizándose por el suelo, alguna silla siendo arrastrada, ¿o quizás era una mesa?.Pero un día oí decir que en algún lugar de su casa se esconden maravillosos tesoros que fue recopilando a través de sus fantásticos viajes; tiaras de perlas de reinas de reinos desconocidos, cetros de los antiguos faraones del Alto Egipto, collares, pulseras y anillos de bellas cortesanas y cofres llenos de monedas arrebatados de piratas de renombre.

Todo eso me intriga, pensar que vive austeramente teniendo los más valiosos tesoros...Algún dia me decidiré iré a verlo o quizás me cuele en su casa...Tengo que hacerlo para desvelar al pueblo quién es Ramón.

Debo mucho a este pueblo. Me acogió en su seno cuando nadie quería saber nada de mi. Mi vida , toda una vida ocultándome a los ojos de la gran ciudad, una vida maltrecha por los hombres, una vida ultrajada por mi familia...Y ahora este pueblo, a este pueblo le debo mi nueva vida. Nadie sabe quién soy...

Fuera en la gran plaza donde mi casa nace en sus escaleras, cae el sol de la tarde, ya nadie pasea por sus calles que fluyen de esta plaza tan silenciosa. Las sombras se esconden detrás de sus puertas...Y veo a Ramón salir de su casa, cerrar la gran puerta de madera de pino y volver su cuerpo hacia la derecha y caminar con su espalda curvada, no sé si por los años o por la sabiduria que en ella ha almacenado. y veo el momento el gran momento de poder entrar y hurgar en su vida, de saber porque a Ramón lo han olvidado. Mi corazón late cada vez con más fuerza, saber que tocaré tus cosas, que respiraré el aire de su casa, aire que cada dia respiras tú, Ramón, Ramón...

Salgo a la calle, a hurtadillas, sé lo que tengo que hacer, llevo en mi bolsillo una vieja llave que años atrás utilizaba. Me acerco a la gran puerta y miro de reojo a ambos lados de la plaza, mientras mi mano, firme, introduce la llave en la cerradura.

Angelo - Cantabria

... que una vez surcaste los cinco continentes a lomos de un bello corcel. Que visitaste a los más ricos gobernantes, y los más pobres lugares de nuestra tierra, que tu rombre era conocido y respetado.

Cuentan en los mentideros que luchaste en duras batallas, que viviste largas penurias a través del desierto, que alcanzaste las más altas cimas. Que coronaste los techos de la tierra a lomos de tu pura sangre español, de lomo rojizo como las tardes sobre la Alhambra.

Dicen también que aconsejaste a sabios gobernantes, que eras respetado allende los mares, en otras tierras lejanas. Y que un día, por motivos desconocidos, tu respetado nombre cayó en el olvido. ¿Qué pasó aquél día, Ramón?

3º RELATO - RAMON - Luca - Barcelona


Título: Ramón

Personaje atípico, se me antoja definir a Ramón. Desde que tengo uso de razón que cada día se levanta a la misma hora, camina diez kilómetros y vuelve a su casa. No le ves en la plaza, no le oyes en el bar. Son muchos los años que hace no pisa la iglesia y más los que no sale de este lugar. Un rastro de leyendas se agolpan sobre sus pasos cuando cada mañana camina, dirección oeste, por la colina. Lo cierto es que nadie absolutamente nadie sabe realmente quien es ni que hace.
La curiosidad que siempre tuve de pequeño se ha despertado en mi de nuevo, ayer, por primera vez Ramón abrió su boca para darme los buenos días. Estupefacto sólo salió de mi un cordial Buenos días Ramón, y nada más. Hoy me muerdo los puños porque son tantas las preguntas que tengo para él.
Dicen los ancianos que si te acercas a su casa ya no eres el mismo cuando vuelves y mencionan una y otra vez el caso de Beatriz que amablemente le llevó una tarta y que al día siguente cogió un tren hacia París. Los más supersticiosos insisten en que deberíamos invitarle amablemente a dejar el pueblo. LLevo oyendo historias parecidas desde que nací pero hay una que siempre me ha tenido intrigado, fascinado algo nervioso cuando lo veo. Siempre he querido preguntarle: Ramón, dime si es verdad que...

2º RELATO FINALIZADO - MANUAL DE APTITUD INTERPERSONAL


Esa noche salí pensando que debía cambiar otra vez, sin embargo, al finalizar las 3, comprendí que solo debía regresar a quien siempre fui en realidad.- Deme un Pisco Sour- ¿Pisco? ¿De que pais?- ¿Cuál me recomienda por su sabor y textura?... ¿Cuál es el pisco que sea capaz de alegrar mi paladar por su intensidad?- El peruano, claro está.- Entonces deme cualquiera menos el peruano, hoy día quiero pasar más hiel de la normal. Había pensado mucho en los últimos días. Consideré que este mes alejado de las clases y la gente me serviría para centrarme y poner en orden mis prioridades... así fue. Sin embargo, todavía rondaba por mi renovada mente… ¿Cómo debía tratar a aquel amigo que me cagó tantas veces sabiendo que lo volvería a ver y que teníamos amistades en común? ¿Cuál debía ser mi estrategia para no ser grosero con los demás y, al mismo tiempo, mantener mi posición defensiva? Estaba atrapado en la más ridícula encrucijada.Hoy día había una reunión por comienzo de clases. Le pedí a una amiga -la que me avisó de la fiesta- que me excuse como inubicable, que le diga a toda la gente que pregunte por mí que había intentado comunicarse conmigo pero fue en vano pues tenía apagado el celular. Consideré oportuna la excusa pues así la gente que no me conoce comprendería mi ausencia pensando que me encontraba ocupado y aquellos que me conocen entenderían mi necesidad de completar el mes de descanso sin hacer comentario alguno mas que: “¡Que falla que es este huevón!” o “Hala… ¡qué estará haciendo que hasta ha apagado el celular!”Ese último comentario terminaría celebrado por risas y mi recuerdo desaparecería en un “Oye, ¿pedimos pizza o pollo?”. (Escrito por JM, Perú)
Probablemente sería así, unas cuantas decisiones y ya!!!. Todo hecho, sólo algo rondaba por mi cabeza mientras sorbía ese Pisco finalmente el argentíno. ¿Como decírselo a Mama y a Papa?. ¿Cómo se lo tomarían? Aunque, con franqueza, poco me importaba eso, siempre he decidido por mi mismo...
-Ponme el tercero!
-Creo que te excedes
-¿Por qué?
-Nunca he servido a nadie la tercera copa de Pisco Argentino
-Ah ¿no?
-No, nunca.
-Pues yo voy a ser la excepción.
-Muy bien, pero te advierto, no se como puedes acabar y yo no te voy a llevar a casa.
-Dame la botella entera. Yo decidiré hasta donde me pierdo. (Escrito por Luca, Barcelona)

Y allí sentado en la barra de ese bar de San Martin, me dejé transportar,cerrando fuertemente los ojos, hacia el sur. Me dejé llevar... y llegué acompañado de la nuvolosa que me envolvia el pisco, al departamento de Arequipa... Llegué a la ciudad blanca... Que mejor sitio para escaparme de mis inseguridades...
Hacia frio deberíamos estar a 9 grados,pero seguí y seguí hacia donde mi mente y yo nos sentiriamos seguros y llegué con mi caminar al Valle de Colca, que hermoso lugar... colmado de iglesias coloniales llenas de misterio,llenas de vidas. Mi cuerpo me empujava hacia el convento de Santa Catalina, era tal el impulso que me impedia pensar en el, ¿porque?. ¿Que era lo que allí me habia llevado? y ahora el ¿porque?.
Era un lugar silenciso, viejo, creí leer que su fecha de fundacion fué en 1579, ¿porqué lo creí? y ¿no lo reafirmé?.
La confusión se apoderó de mi. (Escrito por Rosa, Barcelona)
Y aunque sabía que el encontrame en aquel lugar hubiese provocado envidias en otros, a mí me daba igual, todo me era indiferente. Por mis venas corría más alcohol que sangre y mi cabeza estaba totalmente perdida, apenas podía articular ni una sóla palabra. ¡No quiero volver! es lo único que tenía claro. Luchaba por mantenerme en pie intentando guardar mi petaca, que volví a llenar en la última barra visitada. Con mi pesado caminar y entre tambaleos, anduve hasta hallarme en las puertas de aquél convento, buscando, quizás, un refugio donde poder olvidar, la traición, de aquel al que consideré mi hermano y le entregué mi amistad. Mis ojos medio abiertos, y sin poder fijar la mirada, me encontraba totalmente perdido bajo los efectos del exceso del psico, y al querer llamar a la puerta me caí al suelo, golpeándome la cabeza y quedando inconsciente. (Escrito por Marta, Barcelona).
Abrí los ojos, envuelto en un profundo aroma indígena, de piel curtida al duro sol andino, que emanaba de las paredes tintadas de llamativos colores.La cabeza me daba vueltas, sin saber si el causante concreto era el golpe recibido o el exceso de pisco. Pero, ¿seguía en el mundo imaginario dominado por Baco? Aquello parecía demasiado real, y no recordaba haber hecho tan largo viaje.Salí a la calle, para intentar ubicarme, pero todo estaba desierto. Un profundo silencio me rodeaba, con el único rumor del viento arrastrando el polvo del suelo.A lo lejos, entre la bruma, podía intuir una silueta yaciendo en el suelo, pero no lograba distinguir exactamente su apariencia.Comencé a caminar, con paso errante, indeciso, y me aproximé a la figura caída. Yacía boca abajo, por lo que me arrodillé para intentar descifrar a quién pertenecía aquél cuerpo. Al voltearlo, y descubrir su rostro, me quedé absorto, pensativo, confuso; era mi amigo. Pero, ¿qué hacía allí?Al sentirme, entreabrió los ojos y le pregunté el porqué de su situación. Con voz gastada, apagada por el acohol, me respondió:"Un día desafortunado, traicioné a quien lo dio todo por mí. Traté de buscar valor para pedirle perdón, pero me rendí a la cobardía y traté de calmar mi tormento con un pisco. Después del cuarto pisco, aparecí aquí."Tras oír esas palabras, descubrí lo que más me aterraba. Era yo mismo. Me había traicionado a mí mismo, a mi modo de vida, a mi manera de ser. Y, por fin, me había reencontrado.Una vez de vuelta, dormido en la barra del bar, busqué el celular en mis bolsillos y llamé a mi amiga:"Pide pollo, en 10 minutos estoy allí". (Escrito por Angelo, Cantabria)
F I N

Gracias a todos los que habéis colaborado y a todos los que os estais interesando.

Angelo - Cantabria

Abrí los ojos, envuelto en un profundo aroma indígena, de piel curtida al duro sol andino, que emanaba de las paredes tintadas de llamativos colores.
La cabeza me daba vueltas, sin saber si el causante concreto era el golpe recibido o el exceso de pisco. Pero, ¿seguía en el mundo imaginario dominado por Baco? Aquello parecía demasiado real, y no recordaba haber hecho tan largo viaje.

Salí a la calle, para intentar ubicarme, pero todo estaba desierto. Un profundo silencio me rodeaba, con el único rumor del viento arrastrando el polvo del suelo.
A lo lejos, entre la bruma, podía intuir una silueta yaciendo en el suelo, pero no lograba distinguir exactamente su apariencia.

Comencé a caminar, con paso errante, indeciso, y me aproximé a la figura caída. Yacía boca abajo, por lo que me arrodillé para intentar descifrar a quién pertenecía aquél cuerpo. Al voltearlo, y descubrir su rostro, me quedé absorto, pensativo, confuso; era mi amigo. Pero, ¿qué hacía allí?

Al sentirme, entreabrió los ojos y le pregunté el porqué de su situación. Con voz gastada, apagada por el acohol, me respondió:
"Un día desafortunado, traicioné a quien lo dio todo por mí. Traté de buscar valor para pedirle perdón, pero me rendí a la cobardía y traté de calmar mi tormento con un pisco. Después del cuarto pisco, aparecí aquí."

Tras oír esas palabras, descubrí lo que más me aterraba. Era yo mismo. Me había traicionado a mí mismo, a mi modo de vida, a mi manera de ser. Y, por fin, me había reencontrado.

Una vez de vuelta, dormido en la barra del bar, busqué el celular en mis bolsillos y llamé a mi amiga:

"Pide pollo, en 10 minutos estoy allí".

domingo, 19 de agosto de 2007

Marta - Barcelona

Y aunque sabía que el encontrame en aquel lugar hubiese provocado envidias en otros, a mí me daba igual, todo me era indiferente. Por mis venas corría más alcohol que sangre y mi cabeza estaba totalmente perdida, apenas podía articular ni una sóla palabra. ¡No quiero volver! es lo único que tenía claro. Luchaba por mantenerme en pie intentando guardar mi petaca, que volví a llenar en la última barra visitada. Con mi pesado caminar y entre tambaleos, anduve hasta hallarme en las puertas de aquél convento, buscando, quizás, un refugio donde poder olvidar, la traición, de aquel al que consideré mi hermano y le entregué mi amistad. Mis ojos medio abiertos, y sin poder fijar la mirada, me encontraba totalmente perdido bajo los efectos del exceso del psico, y al querer llamar a la puerta me caí al suelo, golpeándome la cabeza y quedando inconsciente.

Rosa - Barcelona

Y allí sentado en la barra de ese bar de San Martin, me dejé transportar,cerrando fuertemente los ojos, hacia el sur. Me dejé llevar... y llegué acompañado de la nuvolosa que me envolvia el pisco, al departamento de Arequipa... Llegué a la ciudad blanca... Que mejor sitio para escaparme de mis inseguridades...
Hacia frio deberíamos estar a 9 grados,pero seguí y seguí hacia donde mi mente y yo nos sentiriamos seguros y llegué con mi caminar al Valle de Colca, que hermoso lugar... colmado de iglesias coloniales llenas de misterio,llenas de vidas. Mi cuerpo me empujava hacia el convento de Santa Catalina, era tal el impulso que me impedia pensar en el, ¿porque?. ¿Que era lo que allí me habia llevado? y ahora el ¿porque?.
Era un lugar silenciso, viejo, creí leer que su fecha de fundacion fué en 1579, ¿porqué lo creí? y ¿no lo reafirmé?.
La confusión se apoderó de mi.

LUCA - Barcelona

Probablemente sería así, unas cuantas decisiones y ya!!!. Todo hecho, sólo algo rondaba por mi cabeza mientras sorbía ese Pisco finalmente el argentíno. ¿Como decírselo a Mama y a Papa?. ¿Cómo se lo tomarían? Aunque, con franqueza, poco me importaba eso, siempre he decidido por mi mismo...
-Ponme el tercero!
-Creo que te excedes
-¿Por qué?
-Nunca he servido a nadie la tercera copa de Pisco Argentino
-Ah ¿no?
-No, nunca.
-Pues yo voy a ser la excepción.
-Muy bien, pero te advierto, no se como puedes acabar y yo no te voy a llevar a casa.
-Dame la botella entera. Yo decidiré hasta donde me pierdo.

EMPEZAMOS EL SEGUNDO JM-PERU


"Manual de Aptitud Interpersonal"

Esa noche salí pensando que debía cambiar otra vez, sin embargo, al finalizar las 3, comprendí que solo debía regresar a quien siempre fui en realidad.- Deme un Pisco Sour- ¿Pisco? ¿De que pais?- ¿Cuál me recomienda por su sabor y textura?... ¿Cuál es el pisco que sea capaz de alegrar mi paladar por su intensidad?- El peruano, claro está.- Entonces deme cualquiera menos el peruano, hoy día quiero pasar más hiel de la normal. Había pensado mucho en los últimos días. Consideré que este mes alejado de las clases y la gente me serviría para centrarme y poner en orden mis prioridades... así fue. Sin embargo, todavía rondaba por mi renovada mente… ¿Cómo debía tratar a aquel amigo que me cagó tantas veces sabiendo que lo volvería a ver y que teníamos amistades en común? ¿Cuál debía ser mi estrategia para no ser grosero con los demás y, al mismo tiempo, mantener mi posición defensiva? Estaba atrapado en la más ridícula encrucijada.Hoy día había una reunión por comienzo de clases. Le pedí a una amiga -la que me avisó de la fiesta- que me excuse como inubicable, que le diga a toda la gente que pregunte por mí que había intentado comunicarse conmigo pero fue en vano pues tenía apagado el celular. Consideré oportuna la excusa pues así la gente que no me conoce comprendería mi ausencia pensando que me encontraba ocupado y aquellos que me conocen entenderían mi necesidad de completar el mes de descanso sin hacer comentario alguno mas que: “¡Que falla que es este huevón!” o “Hala… ¡qué estará haciendo que hasta ha apagado el celular!”Ese último comentario terminaría celebrado por risas y mi recuerdo desaparecería en un “Oye, ¿pedimos pizza o pollo?”.

1er. RELATO FINALIZADO - LA NOCHE DE ALTAMIRA

En ese lugar mágico, en lo alto del cerro, donde las estrellas adornan los techos con su brillar, me siento para dar un viaje en el tiempo. Me reclino sobre el mullido verde, miro al oscuro infinito salpicado de luces.
Detrás de mí, silenciosa, paciente, con la sabiduría que la edad concede a la naturaleza, permancece siempreviva la cueva que, desde hace 18000 años, está habitada por los bisontes, cabras y ciervos que pueblan sus rocosas paredes.
Los sonidos me envuelven, me elevan del suelo, y pierdo la noción de la gravidez. El cuerpo desaparece, y sólo mi mente existe ahora, gobernada por la aventurera imaginación. (Escrito por Angelo).

Me adentro en ella, su fria bienvenida hace que se estremezca mi piel, pero sonrio, se que es la primera cita y estamos nerviosos los dos, ella porque ha dado cobijo a miles de amantes que la han traicionado y yo porque desde hace mucho tiempo se que es aqui donde tengo que llegar.Suavemente repaso sus formas con la luz de una vela, semejante maravilla no puede despertarse, así de golpe.Debo ser paciente y ella me mostrará todo lo que hay en mi, mientras admiro cada poro de sus rocas, cada forma que ha construido el tiempo. Acariciando lentamente cada erosión, me parece sentir el corazón de la propia naturaleza. Si mantengo el silencio, puedo escuchar tambores a los lejos y los murmullos de aquellos que antes que yo se acercaron hacia aqui. La negra noche me permite incluso vislumbrar las antorchas, pero... concentrémonos en ella, en mi y en nuestras historias. (Escrito por Luca).

Sigo caminando por sus estrechos recobeos y en mi silencio oigo el murmullo del agua, ayudándome con mis manos y con la simple y abstracta luz de la vela voy adentrándome hacia el infinito...
Mi cuerpo se paraliza al ver tanto esplendor, se abre delante de mi una gran cascada donde sus aguas caen formando un estrepitoso silencio sobre la falda de su lago.. Mi vello se eriza, mi cuerpo se estremece y de mis ojos brotan unas tenues lágrimas.
No estoy sola...siento vida a mi alrededor. La luz de mi vela se ha apagado, siento miedo, pero a la vez la majestuosidad que me ha dado la cueva con su belleza me da la suficiente fuerza para seguir adentrándome... y a mi mente me viene como un suspiro una voz -la cita-. (Escrito por Rosa).

Camino hacia donde mis dubitativos pies me llevan... esta oscuro. Todo es oscuridad ahora.Pero sigo oliendo agua, viento, esa cascada y un pequeño manantial. Puedo oir su complaciente caminar entre tanto febril alboroto...Eso me guiará!Para no caerme me asiré levemente a estas antiguas paredes, llenas de historia, de sufrir, de gozo y vida...Poco a poco, oigo mas su canto...Debo seguir más allaSigo caminando entre estas sombras llenas de historia, yo que nunca hice nada por ella, ahora estoy aqui...en ella... soy historia...soy suspiro...soy azar...Empieza a vislumbrase algo, algo de luz, ya no necesito estas paredes para ir mas allá.Que fuente tan hermosa!Seguro que nadie llegó a este lugar...- No lo hizo nadie caballero!- responde un a voz lejana- desde hace años ha!Tiembla todo mi cuerpo... me dormi quiza? que oigo voces en el aire? que me habla este manantial?-No sueña caballero, soy yo quien le habla y quien es capaz de leer su pensar-- Y quien sois entonces? Bruja?, Demonio? quien sois si sois capaz de oir mi pensamiento?- Tengo muchos nombres, pero la gente como tu me llama Aretusa... o quiza querrias ponerme otro nombre?. No tengas miedo... y sueña, se acabo esa oscuridad... (Escrito por Dylan).

Aretusa se esconde en las sombras de la cueva para que no pueda ver su rostro. Me acerco tímidamente, hasta que por fin soy capaz de apreciar su delicada belleza clásica, digna de una ninfa de la mitología griega. Se da la vuelta, se sumerge en la fuente y el agua hace cambiar su apariencia. Esta vez su cara me es familiar, sé que en otra época me perdí en esos ojos, habité en esa boca y me sentí vivo entre sus muslos. Ella fue mi primer amor, pero no puede ser cierto, murió hace años.Siento como si alguien estuviera jugando conmigo, mientras ella me suplica un beso. Me acerco hasta la fuente, me dejo absorber por su fría agua y me pierdo entre sus brazos. Mi cuerpo empieza a oscurecerse, cada vez más soy una sombra. Sé que no debo besarla, pero me siento como un trozo de hierro incapaz de luchar contra el imán de sus labios, de los que apenas me separan unos centímetros. Mi boca se abre lentamente buscando la suya, y puedo notar como mi alma se escapa por ella… (Escrito por Lex).

... y se funde con la mágia del lugar. Temía besarla y mis temores se han hecho realidad, pues mi cuerpo nace inerte plasmado entre estas paredes. En el amor muero, y el embrujo de la cueva me posee. Ahora ya formo parte de esta historia, ahora mi vida será iluminada por las llamas de las velas, de trotamundos enamorados, que sucumbirán a los encantos de la humanidad. (Escrito por Marta).

F I N

Gracias a todos los que habeís colaborado.

sábado, 18 de agosto de 2007

Marta - Barcelona

... y se funde con la mágia del lugar. Temía besarla y mis temores se han hecho realidad, pues mi cuerpo nace inerte plasmado entre estas paredes. En el amor muero, y el embrujo de la cueva me posee. Ahora ya formo parte de esta historia, ahora mi vida será iluminada por las llamas de las velas, de trotamundos enamorados, que sucumbirán a los encantos de la humanidad.

Lex - Barcelona

Aretusa se esconde en las sombras de la cueva para que no pueda ver su rostro. Me acerco tímidamente, hasta que por fin soy capaz de apreciar su delicada belleza clásica, digna de una ninfa de la mitología griega. Se da la vuelta, se sumerge en la fuente y el agua hace cambiar su apariencia. Esta vez su cara me es familiar, sé que en otra época me perdí en esos ojos, habité en esa boca y me sentí vivo entre sus muslos. Ella fue mi primer amor, pero no puede ser cierto, murió hace años.

Siento como si alguien estuviera jugando conmigo, mientras ella me suplica un beso. Me acerco hasta la fuente, me dejo absorber por su fría agua y me pierdo entre sus brazos. Mi cuerpo empieza a oscurecerse, cada vez más soy una sombra. Sé que no debo besarla, pero me siento como un trozo de hierro incapaz de luchar contra el imán de sus labios, de los que apenas me separan unos centímetros. Mi boca se abre lentamente buscando la suya, y puedo notar como mi alma se escapa por ella…

Dy - Madrid

Camino hacia donde mis dubitativos pies me llevan... esta oscuro. Todo es oscuridad ahora.Pero sigo oliendo agua, viento, esa cascada y un pequeño manantial.
Puedo oir su complaciente caminar entre tanto febril alboroto...
Eso me guiará!
Para no caerme me asiré levemente a estas antiguas paredes, llenas de historia, de sufrir, de gozo y vida...
Poco a poco, oigo mas su canto...
Debo seguir más alla
Sigo caminando entre estas sombras llenas de historia, yo que nunca hice nada por ella, ahora estoy aqui...en ella... soy historia...
soy suspiro...soy azar...

Empieza a vislumbrase algo, algo de luz, ya no necesito estas paredes para ir mas allá.

Que fuente tan hermosa!
Seguro que nadie llegó a este lugar...

- No lo hizo nadie caballero!- responde un a voz lejana- desde hace años ha!

Tiembla todo mi cuerpo... me dormi quiza? que oigo voces en el aire? que me habla este manantial?

-No sueña caballero, soy yo quien le habla y quien es capaz de leer su pensar-

- Y quien sois entonces? Bruja?, Demonio? quien sois si sois capaz de oir mi pensamiento?

- Tengo muchos nombres, pero la gente como tu me llama Aretusa... o quiza querrias ponerme otro nombre?. No tengas miedo... y sueña, se acabo esa oscuridad...

viernes, 17 de agosto de 2007

Rosa - Barcelona

Sigo caminando por sus estrechos recobeos y en mi silencio oigo el murmullo del agua, ayudándome con mis manos y con la simple y abstracta luz de la vela voy adentrándome hacia el infinito...

Mi cuerpo se paraliza al ver tanto esplendor, se abre delante de mi una gran cascada donde sus aguas caen formando un estrepitoso silencio sobre la falda de su lago.. Mi vello se eriza, mi cuerpo se estremece y de mis ojos brotan unas tenues lágrimas.

No estoy sola...siento vida a mi alrededor. La luz de mi vela se ha apagado, siento miedo, pero a la vez la majestuosidad que me ha dado la cueva con su belleza me da la suficiente fuerza para seguir adentrándome... y a mi mente me viene como un suspiro una voz -la cita-.

LUCA - Barcelona

Me adentro en ella, su fria bienvenida hace que se estremezca mi piel, pero sonrio, se que es la primera cita y estamos nerviosos los dos, ella porque ha dado cobijo a miles de amantes que la han traicionado y yo porque desde hace mucho tiempo se que es aqui donde tengo que llegar.Suavemente repaso sus formas con la luz de una vela, semejante maravilla no puede despertarse, así de golpe.

Debo ser paciente y ella me mostrará todo lo que hay en mi, mientras admiro cada poro de sus rocas, cada forma que ha construido el tiempo. Acariciando lentamente cada erosión, me parece sentir el corazón de la propia naturaleza. Si mantengo el silencio, puedo escuchar tambores a los lejos y los murmullos de aquellos que antes que yo se acercaron hacia aqui. La negra noche me permite incluso vislumbrar las antorchas, pero... concentrémonos en ella, en mi y en nuestras historias.

Comuna Bloggera: La Noche de Altamira



Bueno, como creo que tendrá éxito, vamos a empezar la primera comuna blogera; os explico en qué consiste:



Empezaré a escribir algo, un relato, una idea, y al final del texto, dejaré el nombre del blogger que deberá continuarla. Se exige un mínimo de dos párrafos (o 12 líneas). Nada de "mmmss", "lolos" o similares (esos para los comentarios).


Y daremos 24 horas a partir de la fecha del primero fragmento. Una vez acabado el plazo, lo juntaremos todo en un blog, da igual el que sea. Así que empiezo yo.


En ese lugar mágico, en lo alto del cerro, donde las estrellas adornan los techos con su brillar, me siento para dar un viaje en el tiempo. Me reclino sobre el mullido verde, miro al oscuro infinito salpicado de luces.


Detrás de mí, silenciosa, paciente, con la sabiduría que la edad concede a la naturaleza, permancece siempreviva la cueva que, desde hace 18000 años, está habitada por los bisontes, cabras y ciervos que pueblan sus rocosas paredes.


Los sonidos me envuelven, me elevan del suelo, y pierdo la noción de la gravidez. El cuerpo desaparece, y sólo mi mente existe ahora, gobernada por la aventurera imaginación.


Paso el testigo a Luca, que tiene ganas.