Para Relajarse Leyendo

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viernes, 6 de junio de 2008

Megsevilla - Sevilla

Al conmoverse la luna, las mareas del océano se removieron, las lluvias empaparon las tierras, reverdeciendo la hierba y los pastos y llenando los aljibes. Los ríos bajaron a pleno cauce y los juncos y las espadañas crecieron en las orillas. El agua benefactora facilitaba las buenas cosechas y el pueblo tenía para guardar en sus silos suficiente grano para los malos tiempos.

La princesita estaba acostumbrada a este proceder de su pueblo. Y de vez en cuando bajaba hasta la orilla del río a lavar sus conchas cuidadosamente que secaba con un pañuelo de seda y encaje. Y contaba las gotas de agua que salpicaban una concha, y sonreía porque sabía que esas gotas eran únicas, que nunca volvería a haber otras gotas como esas. Y cada concha tuvo sus gotas exclusivas de agua surgidas del caudal en el que bajaban miles de gotas únicas, unidas entre sí. Esta vez no tenía sus conchas, pero tras ella bajaba al río el Dragon Azul. La bestia bebió del cauce. Y las gotas de agua cobraron, de repente, un color verde brillante. Y el río se convirtió en una cinta de malaquita ribeteada por las hierbas de la orilla.

La princesita no sabía el poder del Dragon Esmeralda para cambiar el color de las cosas. Y se quedó sorprendida por la visión de aquel río verde fluyendo por un cauce marcado por los juncos, las retamas y las espadañas. Mezcladas entre ellas, las humildes pamplinas también bebían unas gotas exclusivas de aquel tesoro líquido que alimentaba a todo el país. El río verde reverdecía los prados y las hojas verdes de las verduras y el verdor de los árboles. Pero, al mismo tiempo, potenciaba los demás colores: el naranja de los cítricos y la zanahoria, el rojo del tomate, el morado de la col, el blanco de la coliflor y el amarillo de la calabaza. Era uno de los poderes del Dragón Esmeralda. Realzar los colores de la vida. Y con los colores engendrar la alegría.

Pocas horas antes, cuando el Dragón surgió de sus conchas, se había removido el cielo imperceptiblemente. Los planetas frenaron sus rotaciones y las estrellas cambiaron sus órbitas. Desde la orilla del río, el Dragón levantó su enorme cabeza hacia el cielo y lanzó una llamarada por sus belfos que llegó casi hasta las estrellas. Era como si llamase a alguien del espacio. Fue entonces cuando se vio una lejana llamarada roja en medio del cielo, como si alguien hubiera respondido al mensaje de la bestia. Y se vio caer un cometa brillante, del color del acero, como una estrella fugaz. Y todo el mundo pidió un deseo al verlo caer en el horizonte. Desde tan lejos nadie podía leer en medio de su estela unas letras: "NASA"... Y al otro lado, invisible para el mundo, un criptograma con dos fórmulas: la del plutonio y la del uranio...

El Dragon Esmeralda refrescó sus narices y su boca en el río que, con el humo, recobró su color original. Y las aguas volvieron a bajar plateadas, transparentes, limpias, incoloras... Y el cosmos recuperó su ritmo y los planetas aceleraron su rotación y recuperaron sus órbitas y el orden cósmico volvió a su ser... La princesita asombrada volvió hasta el castillo, seguida por el Dragon Esmeralda que parecía más pequeño...

jueves, 5 de junio de 2008

Apareció de entre el polvo dorado la figura del dragón, no muy grande, pero imponente de por sí.

La princesa, con los ojos iluminados por la felicidad, veía por primera vez al dragón, ya que éste se aparecía cada muchos años, y la reina, justo antes de morir, le explicó a la princesa lo que debía hacer para que el Dragón pudiese seguir apareciendo.

El dragón se aparecía para aconsejar a quienes lo guardaban, de manera que pudiesen asegurarse un futuro tranquilo y pacífico. Prevenía a su pueblo de las posible amenazas y les ayudaba a programar las cosechas y el manejo del ganado, para así poder obtener abundancia de alimentos.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Allí, la pequeña se perdía entre las flores de colores, y los árboles perfumados con frutos exquisitos.

Cuentan que una vez al año, se celebraba el día mágico, ese día la luna era más blanca, redonda, brillante. Las estrellas bailaban y bajaban a la tierra. Dicen que el cielo se cubría de una suave nube que cambiaba de colores y de forma lentamente, dibujando los deseos cumplidos de la gente.

Cuando llegó ese día, la princesa se deslizó de su cama, fué a mirar el cielo, sacó las conchas de las cajitas, abrió la ventana y las colocó ordenadamente en el filo, cerró sus ojos, y deseó con fuerza.

La luna sonrió, y entonces una estrella bajó corriendo, parándose justo encima de las conchas y espolvorendo unas particulas doradas por todas ellas.

Aquellas espirales empezaron a coger forma y un pequeño dragon verde esmeralda apareció.

miércoles, 24 de octubre de 2007

La princesa tenía una habitación pintada de azul celeste, una cama con dosel y doce cajas cerradas y decoradas con lazos malvas. En el interior de cada una de ellas guardaba conchas de diferentes tamaños y formas, todas distintas pero marcadas por una espiral que las recorría de principio a fin.
La princesa abría cada noche las doce cajas y contaba las conchas, miraba la espiral desde su inicio hasta perderse en el infinito de sus curvas y así, se quedaba dormida hasta que el sol, que nace muere y nace como una espiral, conseguía despertarla. Entonces, se vestía y bajaba al jardín.

lunes, 22 de octubre de 2007

10º Relato. El Dragon Esmeralda - Marta - New York

Dicen que en ese castillo hace muchos, muchos, muchos años, ese que está allí escondido, en lo alto de aquella montaña, entre los verdes árboles, vivía una princesa, con cabellos dorados como el sol, y la piel blanca como la nieve. Era dulce y su voz melodiosa entonaba canciones de ángeles. Tenía los ojos verdes, como el fondo del mar, verde como la pradera.
Dicen que tenía muchos hermanos y hermanas, pero a ella le gustaba jugar sóla. Dicen que tenía un secreto, y que este lo escondía en el jardín.
- ¿Ves aquella ventana al final de la torre este?. Ese era su dormitorio.

viernes, 12 de octubre de 2007

10º El Dragón Esmeralda

Podéis empezar como queráis...

Comentarios y Cambios

Bueno, ya hemos dejado esto un poco más arreglado y puesto al día.

A partir de ahora, en la recopilación de relatos, no se especificará de quién es cada fragmento, ya que ello queda reflejado en los propios posts de cada uno; de esta manera también, no se condiciona la lectura a pausas innecesarias. Los que participamos ne el blog, ya sabemos que su finalidad no es la de la autopromoción, por lo que considero innecesario remarcar el origen de cada fragmento en la recopilación del relato.

Por lo demás, rogamos que la longitud de los relatos no sea excesiva, ya que induce a perder el hilo conductor, y supone un trabajo más largo de cara a la recopilación.

Muchas gracias.

NOTA: Tenemos el relato fantástico del Dragón Esmeralda en el tintero, lo acabaremos y ya empezamos de 0 otra vez.

Un saludo.

9º RELATO FINALIZADO: "Mejor Sin Pasado"

A mis 26 años y ahora, recién rehabilitada, sólo tengo un temor, ¿que cosas puedo explicar de mi vida para no ser repudiada?. Porque las cosas son así, no nos engañemos que eso sería de necios, cuando me incorpore en un nuevo trabajo, y conozca a gente nueva, es posible, y sólo digo que es posible, haga amistad con alguien, ..., ¿que le podré contar para que esa amistad se concilie?.

Dejé los estudios medio colgados por mi capricho por la música, y digo capricho, porque realmente fué así, nunca me lo tomé en serio, sólo me servía para llevar el tipo de vida que me descontrolaba y así me sentía más segura, con personalidad, eterna rebeldía. Empezé a cantar con un grupo de amigos callejeros, todos eramos así, como un poco rockeros. Nos fascinaban las chupas de cuero, los tatuajes, fumar, la cerveza, las motos y todo lo que fuera encontra de lo que nos decían nuestros padres, bueno, los padres de los demás, porque los míos, apenas ni me miraban. Creo que se dieron por vencidos a la segunda vez que les contesté que no pensaba hacer lo que me decían, debía tener yo unos 15 años, recuerdo a mi madre perfectamente, en la cocina de nuestra mansión, con el pelo perfectamente colocado, y los labios pintados del mismo color rosa que su vestido ñoño de mujer acomodada, dirigirse a mi padre y decirle:
- Bueno, yo no puedo con ella, esta chica es un caso perdido, o te pones serio con ella, o hablamos de enviarla alguna escuela fuera del país donde pueda ser disciplinada.

Mi padre no fué mucho más explícito y me miró para decirme:
- Oye, ¿crees que no tengo más problemas? o ¿es que acaso te crees que lo que comes llega sólo a la nevera?, haz el favor de hacer lo que te de la gana, pero no me des problemas.

Yo me quedé igual que estaba, o sería más correcto decir que entonces me quedé mejor, porque por fín creía que sería feliz sin ordenes ni mandatos, ni leyes ... Así que como me fué tan fácil saltarme las normas de casa, caí en la confusa idea que me podía saltar las leyes de todo el mundo, hasta las de la propia naturaleza, haciendo lo que realmente me daba la gana.

Una cosa me llevó a la otra, lo cierto es que ahora, al recordar, veo la inconciencia que había en mi, pero me cuesta no soreir recordando algunos momentos. Vivíamos al margen de todo, convencidos de que nada nos iba a pasar hasta aquella fatidica madrugada en la que Rick perdió el control. Nunca antes habíamos hecho algo asi, ni tan siquiera en nuestras interminables reuniones de alcohol, fuimos capaces de imaginarnos nada de lo que sucedió.
Conducíamos mientras cantabamos lo que iba a ser nuestro primer éxito, los cinco, enlatados en aquel mustang rojo del 76, una y otra vez repetíamos. "Red is my blood", "Red is my bloodd." (Roja es mi sangre).
Ricky frenó en seco, mi cabeza golpeó contra el cristal, y no recuerdo mucho más, solo una imagen, difuminada, poco clara, pero siempre la misma aparece en mis sueños... Rick golpeaba a Jonny.
Ese fué el último día que vi a los dos. Jonny murió en el accidente y en cuanto a Rick...
No lo se, sólo se que ahora ya estoy preparada para ser normal, hoy empiezo en una de las mejores empresas que hay al oeste de california, hoy nadie sabe quien soy, a partir de hoy seré quien yo quiera ser.

Es difícil ocultar un pasado, más cuando es oscuro. Aunque puede que inventar uno más políticamente correcto sea incluso una tarea aún mayor, así que lo mejor será, tal vez, limitarme a proporcionar la información justa y necesaria, sin entrar en mayores detalles, a pesar de que esto pueda hacerme parecer borde o introvertida, cosa que nunca fui.

Si hay algo que lo hace difícil es todo lo ajeno a uno mismo, tú, hasta cierto punto, puedes controlar tus reacciones, pero poco hay que se pueda hacer para evitar factores externos, que fragmentos y personajes de ese pasado regresen a la escena de tu nueva vida, alterando por completo el gúión preestablecido.

El gran cartel dorado de la puerta da una idea del entramado empresarial del que voy a pasar a formar parte. "Woods, Spencer & Jones" es la consultoría financiera más grandes de Oackland, y una de las más prestigiosas de toda la costa Oeste.

Me queda tan sólo rellenar unos formularios de trámite (datos y esas cosas, pura burocracia) para pasar a ser secretaria personal de uno de los socios, James Woods, el mayor de los 3, un hombre de pelo cano y apariencia afable que, según se comenta, esconde todo un tiburón empresarial. A pesar de mi jventud rebelde, tras aquel accidente, decidí retomar los estudios y acabé la carrera de economía, ya que siempre se me dieron bien los números.

Iba con un poco de miedo, el cual desapareció de inmediato, sustituido por un profundo pánico interior al descubrir a Rick en el despacho en el que me habían citado...

Rick tiene una cicatriz extraña a la altura de la ceja derecha que ha ayudado a modificar la expresión de sus ojos. Su piel, morena como siempre, parchea blanquecinas manchas sobre su cuello y las manos. Le supongo alguna enfermedad. -Son los nervios- me dice siguiendo el recorrido de mis ojos.
Tras tantos años, sus primeras palabras me transmiten sus nervios a mi, en mi interior me veo llena de manchas como él y tiemblo. - Cuanto tiempo, no te veo desde.......,le digo intentando ganar tiempo. -Desde el accidente- me corta secamente mirándome a los ojos. Sus ojos son muy redondos, ¿lo eran tanto antes? Tiene los labios más afilados si cabe y entradas en el pelo. Delgado como un junco y muy elegante me produce miedo. Toda mi seguridad adquirida hace aguas por mis axilas mientras procuro secarme las manos disimuladamente en el tejido de mi asiento. Nada bueno puede venir de Rick y menos en mi nueva vida.
Corta mis pensamientos de cuajo diciéndome con sorna malvada: - Si llego a saber que trabajaríamos juntos habría aceptado el puesto meses antes- Descompuesta le miro sin comprender, -¿juntos? - Por supuesto, voy a insistir en que formes parte de mi equipo, te quiero muy cerca de mi. ¿lo entiendes?-
!!!Maldita sea clama mi interior, mil veces maldito entre los malditos. Maldigo el capricho del destino que lo pone frente a mi.

De repente lo veo todo claro. No tengo que plegarme a los caprichos del destino. Puedo elegir.
He conseguido superarme a mi misma y nadie tiene derecho, y menos por un plato de lentejas, a humillarme ó cargarse todo el esfuerzo que he realizado a lo largo de estos años.

-¿Sabes?, Rick. No vas a trabajar conmigo, ni ahora ni nunca. Tu estas muerto y enterrado para mí. Formas parte de un pasado que no puedo cambiar, pero si puedo enterrarlo en capas de tiempo, de días y horas. Jamas te permitiré volver a formar parte de mi vida, antes preferiría perderla. - Rick sacude la cabeza mientras con el dedo hace señas sobre su sien dandome a entender que me considera loca, ida. Yo, temblona por la ira que me sube y me sube sin parar hacía la boca me agarro con fuerza a la silla poniéndome de pie. Tomo el bolso, mi currículum de la mesa y al pasar al lado de Rick éste me coge la muñeca. - No vas a escapar, tienes que estar a mi lado, no puedes irte otra vez.- Lloriquea mas que habla ante el aplomo que aparento y siento que es el final.
Me solté de su mano y salí a la calle. Aquel si que fue el primer día de mi vida real, pero claro, eso ya es otra historia.

FIN

Gracias a todos los que habéis participado.

miércoles, 10 de octubre de 2007

TERESA MARBELLA

De repente lo veo todo claro. No tengo que plegarme a los caprichos del destino. Puedo elegir.
He conseguido superarme a mi misma y nadie tiene derecho, y menos por un plato de lentejas, a humillarme ó cargarse todo el esfuerzo que he realizado a lo largo de estos años.

-¿Sabes?, Rick. No vas a trabajar conmigo, ni ahora ni nunca. Tu estas muerto y enterrado para mí. Formas parte de un pasado que no puedo cambiar, pero si puedo enterrarlo en capas de tiempo, de días y horas. Jamas te permitiré volver a formar parte de mi vida, antes preferiría perderla. - Rick sacude la cabeza mientras con el dedo hace señas sobre su sien dandome a entender que me considera loca, ida. Yo, temblona por la ira que me sube y me sube sin parar hacía la boca me agarro con fuerza a la silla poniéndome de pie. Tomo el bolso, mi currículum de la mesa y al pasar al lado de Rick éste me coge la muñeca. - No vas a escapar, tienes que estar a mi lado, no puedes irte otra vez.- Lloriquea mas que habla ante el aplomo que aparento y siento que es el final.
Me solté de su mano y salí a la calle. Aquel si que fue el primer día de mi vida real, pero claro, eso ya es otra historia. FIN
LEED EL POST ANTERIOR. ESTAMOS EN STAND BY.

sábado, 6 de octubre de 2007

"Stand-by" por Obras

A través de este post os quiero pedir que una vez se finalice el relato que hay empezado, hagamos un pequeño alto en el camino (cosa de una semana) para reorganizar todo esto y poner los relatos al día; hasta nuevo aviso.

Una vez esté todo arreglado, pondremos una de las historias que habian quedado en el tintero para proseguir con el ritmo normal.

Espero que después del "paro técnico" podamos retomar el ritmo de antes de vacaciones, y completar por lo menos unos 20 relatos.

Un saludo y gracias,
Angelo.

martes, 2 de octubre de 2007

TERESA-MARBELLA

Rick tiene una cicatriz extraña a la altura de la ceja derecha que ha ayudado a modificar la expresión de sus ojos. Su piel, morena como siempre, parchea blanquecinas manchas sobre su cuello y las manos. Le supongo alguna enfermedad. -Son los nervios- me dice siguiendo el recorrido de mis ojos.
Tras tantos años, sus primeras palabras me transmiten sus nervios a mi, en mi interior me veo llena de manchas como él y tiemblo. - Cuanto tiempo, no te veo desde.......,le digo intentando ganar tiempo. -Desde el accidente- me corta secamente mirándome a los ojos. Sus ojos son muy redondos, ¿lo eran tanto antes? Tiene los labios más afilados si cabe y entradas en el pelo. Delgado como un junco y muy elegante me produce miedo. Toda mi seguridad adquirida hace aguas por mis axilas mientras procuro secarme las manos disimuladamente en el tejido de mi asiento. Nada bueno puede venir de Rick y menos en mi nueva vida.
Corta mis pensamientos de cuajo diciéndome con sorna malvada: - Si llego a saber que trabajaríamos juntos habría aceptado el puesto meses antes- Descompuesta le miro sin comprender, -¿juntos? - Por supuesto, voy a insistir en que formes parte de mi equipo, te quiero muy cerca de mi. ¿lo entiendes?-
!!!Maldita sea clama mi interior, mil veces maldito entre los malditos. Maldigo el capricho del destino que lo pone frente a mi.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Angelo - Cantabria

Es difícil ocultar un pasado, más cuando es oscuro. Aunque puede que inventar uno más políticamente correcto sea incluso una tarea aún mayor, así que lo mejor será, tal vez, limitarme a proporcionar la información justa y necesaria, sin entrar en mayores detalles, a pesar de que esto pueda hacerme parecer borde o introvertida, cosa que nunca fui.

Si hay algo que lo hace difícil es todo lo ajeno a uno mismo, tú, hasta cierto punto, puedes controlar tus reacciones, pero poco hay que se pueda hacer para evitar factores externos, que fragmentos y personajes de ese pasado regresen a la escena de tu nueva vida, alterando por completo el gúión preestablecido.

El gran cartel dorado de la puerta da una idea del entramado empresarial del que voy a pasar a formar parte. "Woods, Spencer & Jones" es la consultoría financiera más grandes de Oackland, y una de las más prestigiosas de toda la costa Oeste.

Me queda tan sólo rellenar unos formularios de trámite (datos y esas cosas, pura burocracia) para pasar a ser secretaria personal de uno de los socios, James Woods, el mayor de los 3, un hombre de pelo cano y apariencia afable que, según se comenta, esconde todo un tiburón empresarial. A pesar de mi jventud rebelde, tras aquel accidente, decidí retomar los estudios y acabé la carrera de economía, ya que siempre se me dieron bien los números.

Iba con un poco de miedo, el cual desapareció de inmediato, sustituido por un profundo pánico interior al descubrir a Rick en el despacho en el que me habían citado...

Luca - Barcelona

Una cosa me llevó a la otra, lo cierto es que ahora, al recordar, veo la inconciencia que había en mi, pero me cuesta no soreir recordando algunos momentos. Vivíamos al margen de todo, convencidos de que nada nos iba a pasar hasta aquella fatidica madrugada en la que Rick perdió el control. Nunca antes habíamos hecho algo asi, ni tan siquiera en nuestras interminables reuniones de alcohol, fuimos capaces de imaginarnos nada de lo que sucedió.
Conducíamos mientras cantabamos lo que iba a ser nuestro primer éxito, los cinco, enlatados en aquel mustang rojo del 76, una y otra vez repetíamos. "Red is my blood", "Red is my bloodd." (Roja es mi sangre).
Ricky frenó en seco, mi cabeza golpeó contra el cristal, y no recuerdo mucho más, solo una imagen, difuminada, poco clara, pero siempre la misma aparece en mis sueños... Rick golpeaba a Jonny.
Ese fué el último día que vi a los dos. Jonny murió en el accidente y en cuanto a Rick...
No lo se, sólo se que ahora ya estoy preparada para ser normal, hoy empiezo en una de las mejores empresas que hay al oeste de california, hoy nadie sabe quien soy, a partir de hoy seré quien yo quiera ser.

sábado, 29 de septiembre de 2007

9º RELATO - MEJOR SIN PASADO - MARTA - NEW YORK

A mis 26 años y ahora, recién rehabilitada, sólo tengo un temor, ¿que cosas puedo explicar de mi vida para no ser repudiada?. Porque las cosas son así, no nos engañemos que eso sería de necios, cuando me incorpore en un nuevo trabajo, y conozca a gente nueva, es posible, y sólo digo que es posible, haga amistad con alguien, ..., ¿que le podré contar para que esa amistad se concilie?.

Dejé los estudios medio colgados por mi capricho por la música, y digo capricho, porque realmente fué así, nunca me lo tomé en serio, sólo me servía para llevar el tipo de vida que me descontrolaba y así me sentía más segura, con personalidad, eterna rebeldía. Empezé a cantar con un grupo de amigos callejeros, todos eramos así, como un poco rockeros. Nos fascinaban las chupas de cuero, los tatuajes, fumar, la cerveza, las motos y todo lo que fuera encontra de lo que nos decían nuestros padres, bueno, los padres de los demás, porque los míos, apenas ni me miraban. Creo que se dieron por vencidos a la segunda vez que les contesté que no pensaba hacer lo que me decían, debía tener yo unos 15 años, recuerdo a mi madre perfectamente, en la cocina de nuestra mansión, con el pelo perfectamente colocado, y los labios pintados del mismo color rosa que su vestido ñoño de mujer acomodada, dirigirse a mi padre y decirle:
- Bueno, yo no puedo con ella, esta chica es un caso perdido, o te pones serio con ella, o hablamos de enviarla alguna escuela fuera del país donde pueda ser disciplinada.

Mi padre no fué mucho más explícito y me miró para decirme:
- Oye, ¿crees que no tengo más problemas? o ¿es que acaso te crees que lo que comes llega sólo a la nevera?, haz el favor de hacer lo que te de la gana, pero no me des problemas.

Yo me quedé igual que estaba, o sería más correcto decir que entonces me quedé mejor, porque por fín creía que sería feliz sin ordenes ni mandatos, ni leyes ... Así que como me fué tan fácil saltarme las normas de casa, caí en la confusa idea que me podía saltar las leyes de todo el mundo, hasta las de la propia naturaleza, haciendo lo que realmente me daba la gana.

8º RELATO FINALIZADO- CORRIENDO AL DESTINO -

Ella lo esperaba a la salida del metro. Era Juan, quien llegaba a juntarse con ella, una mujer que lo conocía poco, pues ambos comenzaban a caminar juntos por la vida. Luego de asistir a un evento, llegó la policía y todos debían correr para no ser alcanzados y llevados quién sabe a dónde.

Es que sin haber hecho nada ellos corrían y sus manos tendieron a tomarse pero decidieron calmarse y caminar juntos. Cuando juan tenía que marcharse, ella le comentó sobre cosas. Lo que acostumbraba a hacer,o lo que quería de la vida. Juan le mostró un dibujo que el traía justamente consigo, era una pintura ,donde dos delfines se cruzaban, saltando sobre el mar y un horizonte hermoso. Ella le dice que hermoso era lo que Juan hacía, lo que ella no sabía era que por esa imagen las visiones de ambos estarían complementadas ya hacia 3 años, desde entonces recuerdan ese hecho y ella lo escribe. Juan por otro lado ha ganado concursos y tiene un lugar importante en la vida dedicada a la pintura, pues juntos todo marcha mejor que antes de aquella salida.

Quedé con Alex para ir a ver la nueva exposición que Juan había abierto. Alex y Juan habían estado compartiendo piso durante mucho tiempo, y Alex era mi mejor amigo, así que através de él conocí a Juan.

- Claudia por favor, date prisa o no quedará cóctel.

- Alex por Dios, espera que no sé que vestido me queda mejor.

- Cariño, con esos zapatos puedes ir perfectamente desnuda, son divinos, las miradas se centraran en tus pies.

- Bueno, bueno, me pongo el vestido negro de tirantes y así paso más desapercibida.

- ¿Desapercibida con ese escote?, ja, ja, tu nunca pasas desapercibida.

- Alex, ... te adoro.

Cogimos un taxi que nos bajó hasta el paseo donde se concentran la mayoría de galerías de arte de la ciudad. Super puntuales, fuimos a saludar al "maestro", y allí estaba ella, a su lado, sonriendo, discreta, sencilla, y con un aspecto inmejorable.

Llevaba años buscando una ayudante joven. Joven y capaz en la pintura. Que tuviese sentido común, no se metiese en mi vida y en fín que me ayudase a simplificar todo lo que no fuese mi trabajo. Por mi estudio habían pasado toda clase de muchachas deseosas del puesto. Algunas, de gran belleza por cierto, casí habian conseguido quedarse con el trabajo. Nada; me duraban dos desayunos de gritos ó una noche de borrachera. A veces, tengo muy mal humor. Ser el "Maestro" tiene su "aquel" encantador, pero tambien cierta pose inteligente, que carajo!!! me cuesta trabajo mantener. Con el paso de los años y los éxitos he ido llenando mis bolsillos. Ahora puedo permitirme flojear, caminar por sueños en hamaca que duran lo que mi cuerpo les pide. Ahhhhh, yo estaba tranquilo. Sí, tranquilo. Al fin alguien llenaba y superaba mis expectativas domésticas y literarias.

Tenía ayudante y aunque jamás lo dire en voz alta es una persona magnífica, o lo era. Me la recomendó Méndez. Méndez es un estúpido inversor sin educación ni modales. Es uno de mis primeros clientes y fiel en el tiempo. Si quiero un capricho, solo tengo que llamarlo y en nada le coloco un lienzo. Es un snob de mierda, pero el no lo sabe y yo..., yo no se lo cuento.

Aquel día a la puerta de mi exposición "Jóvenes talentos ocultos" intuí lo que iba a pasar, aquel jovenzuelo pintor de delfines la miro de una manera que nos dejo a todos helados. Bueno a todos no. La tal Claudia reía como una posesa, no se de qué, la muy relamida. Y ahora no sé dénde esta. Ni si va a volver. No quiero conocer su historia. Si vuelve no abriré. Le diré que el puesto es de otra. Ohhhhhhh, Por favor.. Pero, ¿dónde estará?

Al terminar la noche, bien entrada la noche, me fui a mi casa, esta vez iba a dormir solo. La imagen de esa tal Claudia y sobre todo su impertinente risa habían calado en mi cerebro. Quizá es que en mi interior yo buscaba a alguien así. Después de ducharme y de tragarme una pastilla para dormir, me dispuse a ello. Por la mañana, me despertó el teléfono, era Claudia, no se quién le dio mi telefono, me preguntó que hacia a la hora de comer, pués queria que nos viésemos.

Llegué puntual a la cita, quedamos en el comedor del Hotel Arts, en la terraza. Allí estaba ella, esplendorosa, radiante, con su larga melena negra que le caía por encima de los hombros, apenas maquillada. Me sonrió y me dió la mano, la cual yo estreché. Pedimos la comida y empezó a hablar. Sus palabras salian de su boca con firmeza, y me instigó a cogerla como su ayudante, sus condiciones y lo que ella iba a aportar en mi trabajo eran muy buenas, era tal la mezcla de franqueza en sus palabras y a la vez su mirada inquisidora en sus ojos que sin pensármelo, pues no me dio tiempo, la acepté. Después del café nos fuimos a mi despacho a firmar el documento en el que yo aceptava a Claudia como mi ayudante, más que eso como mi brazo derecho.

Me sentía hipnotizado por su presencia. Cuando terminamos de firmar, se desnudó, era una desnudez blanca, pura, a la que sólo resaltava en ese cuerpo su larga melena negra y apenas un poquito de vello en el pubis, y unos pechos grandes y generosos. Sus manos recorrian mi cuerpo a la vez que lo desnudaba, nunca antes había hecho el amor de esa manera, una manera inexplicable, pero de la que ya nunca más podria prescindir. Se fué, riendo.

El ruido de una fuerte explosión , me sacó de mis pensamientos . A través de la ventana de mi despacho , vi como el cielo resplandecía en un inmenso incendio. Se oían el pitido de los coches que penetraban por la ventana , seguidos de gritos de terror. Salí corriendo al encuentro de Claudia. ¿estará bien?, ¿llegare a tiempo?. La encontré en el portal, su pánico era evidente en su voz , le dolían los oídos , la abrace destinado a protejerla, pero eso no hacia mas que aumentar mi amor por ella.

Nunca había experimentado tanto miedo. Las ambulancias llegaban en oleadas , la gente deambulaba de un lado para otro sin saber donde ir. Nos acurrucamos juntos , solos e impotentes contra el destino. Rezábamos , como si el momento de la muerte nos hubiera llegado.

Cuando el ruido ensordecedor terminó y ya sólo se oía el ruido rápido y jadeante de nuestras respiraciones....y al abrir los ojos pejagosos por el polvo y las lágrimas...nos dimos cuenta que estábamos sepultados, quizás en el piso de abajo o quizás en los sótanos. Junto a nosotros habia escombros, piedras, maderas, hierros, pero nosotros nos encontrábamos bien. Oíamos gritos gemidos...andábamos un poco encorvados, debido al poco espacio de que disponíamos, con nosotros habia más gente, llegamos a contar unas quince personas. Los móviles no tenian cobertura allà abajo, ya sólo quedaba esperar. Esperar. Y fué entonces cuando Claudia rió, reía a carcajadas como si estuviese loca, estábamos perplejos. Me tocaba con vedadero frenesí, realmente estaba loca, queria que hicíesemos el amor, me lamia las orejas, la cara. Yo la apartaba avergonzado por la situación y el momento_pero la verdad es que tenia unas ganas tremendas_. La abofeteé, cosa que nunca hubiese hecho en una mujer, ella se calmó pero no dejaba de reir. No sé cuantas horas pasaron, hasta que Claudia me cogió de la mano y me dijo que como era su brazo derecho habia de hacerme caso. Tenia que probarlo pues en su mirada había esa expresión que en ella me fascinó desde el principio.

La cogí de la mano y la seguí, bueno la verdad es que todos los que allí estábamos la seguimos. Casi de rodillas íbamos avanzando por caminos, si es que se puede decir caminos, estrechos, apartando maderas....Hasta que una luz cegadora nos invadió de lleno y al final de esta luz un bombero nos gritaba y nos daba instrucciones.

Sin apenas tiempo de digerir todo aquello que estaba viviendo, intenté situarme y ser consciente de la situación, una vez pude bajar mi mirada y enfocarla a mi alrededor, empecé a entender lo que había sucedido, antes, durante y ahora. Las calle no era calle, los edificios eran escombros, me costó ver mi inexistente portal y en un momento no solo se desmoronó mi alrededor, sino que todo aquello que yo era también desapareció. Mis libros, mis lienzos, mis recuerdos, no quedaba nada. Había ya amontonada una aglomeración de gente en los alrededores de los escombros rescatando objetos, practicando el pillaje y huyendo, como si tal cosa. Fueron unos instantes eternos en los que mi pensamiento corría para alcanzar aquello que ya no estaba. Claudia con su vestido rasgado me sonrió y me preguntó ¿Comprendes? Creo que si le dije, creo que si. Empiezo Claudia y empiezo de nuevo, no hay nada, no queda nada, ahora estoy yo. Todo es tan breve y tan eterno como queramos que sea. Vamos, se siguen oyendo gritos. Habrá que actuar.

A cada piedra que levantaba sentía como una nueva fuerza me invadía. Hasta ahora había pasado arrogante por esta vida importandome un bledo los demás, ahora, lo único que me hacía sentirme vivo era la posibilidad de ver más vidas a mi alrededor, eso me mantenía vivo y el descarado escote de Claudia, claro está.

Me permitió que la acompañara a su apartamento. Era un lugar sencillo, confortable, donde ahora se sentía mucho mejor , había regresado a su pequeño refugio, su,propio mundo. Había un crucifijo en la pared,se arrodillo delante de el, y le agradeció a dios la oportunidad de haber sobrevivido.

A continuación caminó hacia el balcón y contempló la plaza, mientras escuchaba los sonidos del trafico de una ciudad que parecía que nunca dormía. Yo me acerque a la puerta dispuesto a marcharme, dios, que hermosa que estaba. Claudia , desvió la mirada hacia mi y me dijo, que suerte seguir con vida.

La miré y sus ojos desbordaban ternura, se inclino y me dio un beso en la mejilla. Los ángeles me protegen. Me cogió de la mano y me dijo intentando reprimir las lágrimas ,por favor no te vayas. La abracé con todas mis fuerzas y le dije muy bajito al oído: "aunque toda la tierra se venga abajo nunca te dejaré".

No sé si esto fue una señal, quizás todo lo que vivimos juntos en esas horas tan traumáticas, fué para nosotros y principalmente para mi una revelación. Lo dejamos todo, todo...el lujo de mi apartamento, las fiestas, las drogas, el vestir bien, los cochazos en los que me movia...todo.

Utilizé el dinero que había conseguido vendiendo todo mi patrimonio para comprar una masia en un pueblecito costero, el resto del dinero lo destiné a un par de ONG. Claudia se dedico a dar clases de pintura y plástica en el colegio del pueblo, yo me puse a trabajar de cartero. Teníamos animales de granja en la masia y también un pequeño huerto que nos abastecía de verduras y frutas.

Relajación, eso era lo qe andaba buscando toda mi vida, y gracias a Claudia lo encontré. Nos queremos y, mucho...y también nos reimos (Claudia con su peculiar risa)...

viernes, 28 de septiembre de 2007

Rosa - Barcelona

Ya han pasado dos meses desde que llegué del perú.
¿Sabeis lo que pasó?
Pués que el tal Padre Manuel era un impostor en toda regla, aprovechando unas cortas vacaciones del verdadero Padre, tramó el plan. Vereis, el primo Pepe era él, el impostor, que planeó su propia muerte para poder cobrar millones y millones de dólares de un seguro de vida, pero claro antes habia de confirmar que no quedaban herederos, y yo como una tonta piqué.
Pero grácias a Rosaura que estaba enamorada del primo Pepe ( el impostor) y que sabia todo lo relativo acerca del maquiavélico plan, me salvó. Si como oís me salvó de una muerte segura, pués el primo Pepe, queria deshacerse de mi, y casi lo consigue. Una noche mientras dormia entró en mi cuarto con un cojin (muerte por asfixia), pero Rosaura que creia que el primo Pepe entraba en mi cuarto para tener relaciones ilícitas conmigo (encima, consentidas por mi), se apresuró con una maza en la mano (de aquellas para amasar pan) y lo cogió infraganti. Total que después de una pelea que ganamos nosotras, llamamos a la policia y por fin declaró la verdad y lo metieron en la cárcel.
¿Y entonces quien era el muerto?
Pués el Padre Manuel, que como habia dicho anteriormente sus vacaciones eran cortas.
Después de toda la odisea que pasé me quedé sin un duro, pero con el agradable sabor de boca de haber estado en Perú.
Moraleja:
"No te fies de nadie si dinero hay por medio".

Fin

domingo, 23 de septiembre de 2007

Rosa- Barcelona

Me apesuré y compré un billete de avión, !que importaba el dinero!,era una inversión de cara al futuro.


Con la maleta llena de ropa y desconcertada, por lo que estava haciendo llegué a Lima. Siguiendo las instrucciones que me habia dado el Padre Manuel, cogí el bus y me dirigí a la calle Francisco Pizarro, allí habia una iglesia, la iglesia de San Francisco donde el Padre manuel difundia la palabra del señor.
Bajé del bus y me disponia a buscar la casa adjunta a dicha iglesia, donde vivia el párroco, cuando una mujer bastante mayor y con la cabeza cubierta por un chal, me detuvo.
Me escupió unas palabras que no pude llegar a entender, sólo logré asimilar,_Cuidado con el cura_.
Llegar a un país que una no conoce, meterse en terrenos un poco raros, como el hecho de ir a buscar una herencia que no sé si lograré,y cuando al fin tienes delante el final de tu viaje, va y te dice una mujer, que!cuidado!, te descolocas por completo.
Y eso es lo que me sucedió.
Llamé a la puerta de una casita anexa a la iglesia, llamé...y al poco un señor alto, calvo y con bigote y vestido de negro,me abrió la puerta. Una traquilidad se apoderó de mi.
Con una gran sonrisa se presentó como el Padre Manuel, y me hizo pasar adentro, etava muy contento, pués al tio Pepe, con mi llegada pronto le darian cristiana sepultura.
Me instaló en una pequeña habitación que parecia una celda de un convento, sólo una cama,una mesita, un armario y un crucifijo colgado en la pared,(pero no podia pedir más).
Yo estaba muerta de sueño y cansadísima, pero el Padre me esperava para cenar.
Y en esa cena pronto empecé a recordar y a temer por las palabras que aquella mujer me dijo...
Sentados en la mesa: el Padre, una mujer que dijo ser la cuidadora del cementerio,y yo.
Durante la cena advertí la familiaridad con que se hablavan el Padre y aquella mujer,Rosaura.
Las fotografias colgadas en la pared, eran de un hombre que no se asemejava en nada al Padre,cosa que supuse para no pensar mal,que serian de su antecesor.
Después de cenar el Padre se fumó un habano acompañado de un brandy,que el le quitó importancia diciendo que era tradición en el Perú.
Agotada y con demasiadas imagenes y preguntas en la cabeza, me acosté.

viernes, 21 de septiembre de 2007

TERESA- MARBELLA

Asi "Mihija" escribimos unas cartitas pidiendo a Santa Rosa unos milagritos que necesitamos.

Lleva muchos años mandando su ayuda a nuestro pueblecito. Tambien mandamos cartitas por el alma de su primo Pepe, que Dios lo tenga en su gloria.



En la gloria lo tendra Dios, pense, pero congelado. Pobre hombre vivir en el tropico casí toda la vida y tener que pasar sus primeros dias de eternidad congelado cual pez.



Fui a lo mio y le anuncie mi deseo de viajar a Peru para el entierro de mi primo.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

robelfu-barcelona

El padre Manuel con su peculiar acento y desparpajo, me explico que el pozo
Se encontraba en lo que fuera el hogar de santa rosa, hoy Santuario.
Todo este ritual , Remite al momento en que Rosa arrojó en el pozo la llave del candado de una cadena que se puso en la cintura a modo de silicio, para hacer perpetua penitencia por los pecadores.

Poco después de fallecida un número cada vez mas grande de personas empezó a echar cartas en dicho pozo, pidiendo gracias y milagros.
sin duda alguna es una de las reliquias mas conservadas en el santuario junto a su ermita que se edifico con la ayuda de su hermano.

TERESA- MARBELLA

Pitidos lejanos amenazaban con dejarme sorda al teléfono. Llevaba casi cinco minutos de reloj esperando que el Padre Manuel se pusiese al teléfono. Era la segunda llamada que le hacia y la seguridad en mi misma y mi decisión empezaban a decaer. Pensé en darle un minuto y o se ponía o colgaría para siempre. Un cigarrillo después, la voz de acento gallego del Padre Manuel me saludaba dichosa. Tanta felicidad en la voz de ese hombre me llenaba de inquietud, se suponía que el difunto primo Pepe continuaba congelado, la iglesia sucia y el cura lleno de lamparones!!!!!.

Perdoneme por no haberla atendido en la anterior llamada,se disculpaba el cura. Pasado mañana es la festividad de Santa Rosa de Lima y mis parroquianos visitarán Lima. Hemos estado preparando unas cartitas para que al visitar el Santuario las echen al pozo.

¿A que pozo? pregunté alucinada y ¿para que?.

Marta - New York.

Las noches pasaron, y por mi cabeza, a modo quizás de respuesta o de autoconvencimiento, sólo una frase se repetía: "LAS COSAS SIEMPRE PASAN POR ALGÚN MOTIVO". El destinó llamó a mi puerta, o mejor dicho, a mi teléfono. Y una mañana de otoño soleada, me levanté con el suficiente valor como para enfrentarme a él.
¿Que podía perder?. No hay deshonra alguna en aceptar caridad, ni en que te toque la lotería. Vergüenza deberán sentir, los que en vida soñaban con su muerte, para llenar sus bolsillos, pero yo ... yo que apenas le conocí ... No seré hipócrita y mentiré diciendo, - Yo no me lo merezco - porque sí, creo que sí me merezco que me pasen cosas buenas, trabajo duro, y tengo un buen corazón. En mi famlia se pasan problemas económicos y quiero liberarles de esa carga.

Así que, descolgué el teléfono.

martes, 18 de septiembre de 2007

TERESA-MARBELLA

EL PRIMO PEPE


Sonó el teléfono en el silencio de la noche rompiendo la calma del sueño.
Una voz con fuerte acento gallego se empeñaba en hablar con mi madre muerta diez años atrás. La sorpresa inicial dejo paso a la perplejidad. Encendí casi a la vez la luz de la lampara en la mesilla y un cigarrillo que debí coger a oscuras.

Me llamaban del Perú ó mejor dicho llamaban a mi difunta madre. El párroco
de un pueblecito trataba de encontrar a los parientes vivos de José Niñez Carnero.
El tema era de importancia, ya que aunque José, Pepe para sus amigos, contaba con medios económicos de gran nivel, había dispuesto que se esperase para enterrarle la llegada de algun familiar. Como pasaban los días y ni las autoridades hacían nada, y mucho menos el administrador del difunto, que se frotaba las manos con la posibilidad de medrar torticeramente, el cura se sentía frisado. Primero y principal porque su capilla, casa y salón de reuniones albergaba el neveron donde guardaban a Pepe. Segundo porque las mujeres que limpiaban escaseaban cada día mas por temor al muerto congelado. A partir de las cinco de la tarde solo Cristo competía la capilla con él. Y Cristo no contaba para el Sr. Párroco, Cristo ya era hijo de Dios. Pero él, él no era nada sin feligreses y feligresas que le escucharán, lavaran, cocinaran y hasta entretejieran sus horas muertas.

Toda esta retahíla estaba inundando de humo mi cuarto. No podía dejar de fumar intentando en vano cortar la perorata del caballero.
A punto de preguntar que tenia que ver mi madre en todo esto, el párroco llego por si solo a la conclusión que era hora de comunicar lo que quería.

Lo que me dijo me dejo fuera de onda. Había dispuesto el primo Pepe, que el primero de sus descendientes que acudiera a su lado para honrarle en sus funerales sería su heredero. Claro, que la Parroquia y su párroco esperaban generosidad del agraciado hacia su comunidad. Gracias a sus desvelos alguien disfrutaría de riquezas sin par.

Ya despierta y alerta pensé de todo. ¿Una broma?, ¿Un error? ¿un timo? ¿UN SECUESTRO?
Mi cabeza calenturienta se ponía en lo peor. Además, sentía cierta vergüenza en aceptar y salir corriendo a honrar a un desconocido primo rico.

Rosa - Barcelona

No sé si esto fue una señal, quizás todo lo que vivimos juntos en esas horas tan traumáticas, fué para nosotros y principalmente para mi una revelación.
Lo dejamos todo, todo...el lujo de mi apartamento, las fiestas, las drogas, el vestir bien, los cochazos en los que me movia...todo.
Utilizé el dinero que habia conseguido vendiendo todo mi patrimonio para comprar una masia en un pueblecito costero, el resto del dinero lo destiné a un par de ONG.
Clàudia se dedico a dar clases de pintura y plástica en el colegio del pueblo, yo me puse a trabajar de cartero. Teníamos animales de granja en la masia y también un pequeño huerto que nos abastecia de verduras y frutas.
Relajacion, eso era lo qe andava buscando toda mi vida, y gracias a Clàudia lo encontré.
Nos queremos y, mucho...y también nos reimos (Clàudia con su peculiar risa)...

FIN

domingo, 16 de septiembre de 2007

robelfu-barcelona

Me permitio que la acompañara a su apartamento.
Era un lugar sencillo, comfortable, donde ahora se sentía mucho mejor , había regresado a su pequeño refugio, su,propio mundo.
Había un crucifijo en la pared,se arrodillo delante de el, y le agradeció a dios la oportunidad de haber sobrevivido .
A continuación camino hacia el balcón y contemplo la plaza, mientras escuchaba los sonidos del trafico de una ciudad que parecía que nunca dormía.
Yo me acerque a la puerta dispuesto a marcharme, dios, que hermosa que estaba.
Claudia , desvió la mirada hacia mi y me dijo, que suerte seguir con vida.
La mire y sus ojos desbordaban ternura, se inclino y me dio un beso en la mejilla.
Los ángeles me protegen.
Me cogió de la mano y me dijo intentando reprimir las lágrimas ,por favor no te vallas.
La abrace con todas mis fuerzas y le dije muy bajito al oído,
aunque toda la tierra se venga abajo nunca te dejare .

sábado, 15 de septiembre de 2007

Luca - Barcelona

Sin apenas tiempo de digerir todo aquello que estaba viviendo, intenté situarme y ser consciente de la situación, una vez pude bajar mi mirada y enfocarla a mi alrededor, empecé a entender lo que había sucedido, antes, durante y ahora. Las calle no era calle, los edificios eran escombros, me costó ver mi inexistente portal y en un momento no solo se desmoronó mi alrededor, sino que todo aquello que yo era también desapareció. Mis libros, mis lienzos, mis recuerdos, no quedaba nada. Había ya amontonada una aglomeración de gente en los alrededores de los escombros rescatando objetos, practicando el pillaje y huyendo, como si tal cosa. Fueron unos instantes eternos en los que mi pensamiento corría para alcanzar aquello que ya no estaba. Claudia con su vestido rasgado me sonrió y me preguntó ¿Comprendes? Creo que si le dije, creo que si. Empiezo Claudia y empiezo de nuevo, no hay nada, no queda nada, ahora estoy yo. Todo es tan breve y tan eterno como queramos que sea. Vamos, se siguen oyendo gritos. Habrá que actuar.

A cada piedra que levantaba sentía como una nueva fuerza me invadía. Hasta ahora había pasado arrogante por esta vida importandome un bledo los demás, ahora, lo único que me hacía sentirme vivo era la posibilidad de ver más vidas a mi alrededor, eso me mantenía vivo y el descarado escote de Claudia, claro está

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Rosa - Barcelona

Cuando el ruido ensordecedor terminó y ya sólo se oia el ruido rápido y jadeante de nuestras respiraciones....y al abrir los ojos pejagosos por el polvo y las lágrimas...nos dimos cuenta que estábamos sepultados, quizás en el piso de abajo o quizás en los sótanos. Junto a nosotros habia escombros, piedras, maderas, hierros, pero nosotros nos encontrábamos bien. Oíamos gritos gemidos...andábamos un poco encorbados, debido al poco espacio de que disponíamos, con nosotros habia más gente, llegamos a contar unas quince personas. Los móviles no tenian cobertura allà abajo, ya sólo quedaba esperar. Esperar. Y fué entonces cuando Clàudia rió, reia a carcajadas como si estuviese loca, estábamos perplejos. Me tocaba con vedadero frenesí, realmente estaba loca, queria que hicíesemos el amor, me lamia las orejas, la cara. Yo la apartaba avergonzado por la situación y el momento_pero la verdad es que tenia unas ganas tremendas_. La abofeteé, cosa que nunca hubiese hecho en una mujer, ella se calmó pero no dejaba de reir.
No sé cuantas horas pasaron, hasta que Clàudia me cogió de la mano y me dijo que como era su brazo derecho habia de hacerme caso. Tenia que probarlo pués en su mirada habia esa expresión que en ella me fascinó desde el principio. La cogí de la mano y la seguí, bueno la verdad es que todos los que allí estábamos la seguimos. Casi de rodillas íbamos avanzando por caminos, si es que se puede decir caminos, estrechos, apartando maderas....Hasta que una luz cegadora nos invadió de lleno y al final de esta luz un bombero nos gritaba y nos daba instrucciones.

martes, 11 de septiembre de 2007

robelfu-barcelona

El ruido de una fuerte explosión , me saco de mis pensamientos .
A través de la ventana de mi despacho , vi como el cielo resplandecía en un inmenso incendio.
Se oían el pitido de los coches que penetraban por la ventana , seguidos de gritos de terror.
Salí corriendo al encuentro de Claudia.
¿estará bien?, ¿llegare a tiempo?.
La encontré en el portal, su pánico era evidente en su voz , le dolían los oídos , la abrace destinado a protejerla, pero eso no hacia mas que aumentar mi amor por ella.
Nunca había experimentado tanto miedo.
Las ambulancias llegaban en oleadas , la gente deambulaba de un lado para otro sin saber donde ir.
Nos acurrucamos juntos , solos e impotentes contra el destino.
Rezábamos , como si el momento de la muerte nos hubiera llegado.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Rosa - Barcelona

Al terminar la noche, bien entrada la noche, me fui a mi casa, esta vez iba a dormir solo.
La imagen de esa tal Clàudia y sobre todo su impertinente risa havian calado en mi cerebro.
Quizà es que en mi interior yo buscava a alguien así.
Después de ducharme y de tragarme una pastilla para dormir, me dispuse a ello.
Por la mañana, me despertó el teléfono, era Clàudia, no se quien le dio mi telefono, me preguntó que hacia a la hora de comer, pués queria que nos viésemos.

Llegué puntual a la cita, quedamos en el comedor del Hotel Arts, en la terraza. Allí estava ella, esplendorosa, radiante, con su larga melena negra que le caia por encima de los hombros, apenas maquillada. Me sonrió y me dió la mano, la cual yo estreché. Pedimos la comida y empezó a hablar. Sus palabras salian de su boca con firmeza, y me instigó a cogerla como su ayudante, sus condiciones y lo que ella iba a aportar en mi trabajo eran muy buenas, era tal la mezcla de franqueza en sus palabras y a la vez su mirada inquisidora en sus ojos que sin pensarmelo, pues no me dio tiempo, la acepté. Después del café nos fuimos a mi despacho a firmar el documento en el que yo aceptava a Clàudia como mi ayudante, más que eso como mi brazo derecho. Me estava y me sentia hipnotizado por su presencia. Cuando terminamos de firmar, se desnudó, era una desnudez blanca, pura, a la que sólo resaltava en ese cuerpo su larga melena negra y apenas un poquito de vello en el pubis, y unos pechos grandes y generosos. Sus manos recorrian mi cuerpo a la vez que lo desnudava, nunca antes havia hecho el amor de esa manera, una manera inexplicable, pero de la que ya nunca más podria prescindir. Se fué, riendo.

domingo, 9 de septiembre de 2007

TERESA MARBELLA

Llevaba años buscando una ayudante joven. Joven y capaz en la pintura. Que tuviese sentido comun, no se metiese en mi vida y en fín que me ayudase a simplificar todo lo que no fuese mi trabajo.

Por mi estudio habían pasado toda clase de muchachas deseosas del puesto. Algunas, de gran belleza por cierto, casí habian conseguido quedarse con el trabajo.
Nada; me duraban dos desayunos de gritos ó una noche de borrachera. A veces, tengo muy mal humor. Ser el "Maestro" tiene su "aquel" encantador, pero tambien cierta pose inteligente, que carajo!!! me cuesta trabajo mantener. Con el paso de los años y los exitos he ido llenando mis bolsillos. Ahora puedo permitirme flojear, caminar por sueños en hamaca que duran lo que mi cuerpo les pide. Ahhhhh, yo estaba tranquilo. Si tranquilo. Al fin alguien llenaba y superaba mis expectativas domesticas y literarias. Tenía ayudante y auqnue jamas lo dire en voz alta es una persona magnifica, o lo era. Me la recomendo Mendez. Mendez es un estupido inversor sin educación ni modales. Es uno de mis primeros clientes y fiel en el tiempo.

Si quiero un capricho,solo tengo que llamarlo y en nada le coloco un lienzo. Es un snob de mierda, pero el no lo sabe y yo:Yo no se lo cuento.
Aquel día a la puerta de mi exposición "Jovenes talentos ocultos" intuii lo que iba a pasar, aquel jovenzuelo pintor de delfines la miro de una manera que nos dejo a todos helados. Bueno a todos no. La tal Claudia reia como una posesa, no se de qué, la muy relamida. Y ahora no se donde esta. Ni si va a volver. No quiero conocer su historia. Si vuelve no abriré. Le diré que el puesto es de otra. Ohhhhhhh, Por favor.. Pero, ¿donde estará?

Marta - Barcelona.

Quedé con Alex para ir a ver la nueva exposición que Juan había abierto.
Alex y Juan habían estado compartiendo piso durante mucho tiempo, y Alex era mi mejor amigo, así que através de él conocí a Juan.

- Cláudia por favor, date prisa o no quedará cocktel.

- Alex por Dios, espera que no sé que vestido me queda mejor.

- Cariño, con esos zapatos puedes ir perfectamente desnuda, son divinos, las miradas se centraran en tus pies.

- Bueno, bueno, me pongo el vestido negro de tirantes y así paso más desapercibida.

- ¿Desapercibida con ese escote?, ja, ja, tu nunca pasas desapercibida.

- Alex, ... te adoro.

Cogimos un taxi que nos bajó hasta el paseo donde se concentran la mayoría de galerias de arte de la ciudad. Super puntuales, fuimos a saludar al "maestro", y allí estaba ella, a su lado, sonriendo, discreta, sencilla, y con un aspecto inmejorable.

viernes, 7 de septiembre de 2007

8º RELATO - CORRIENDO AL DESTINO - YULY



Ella lo esperaba a la salida del metro.
Era juan, quien llegaba a juntarse con ella, una mujer que lo conocia poco,pues ambos comenzaban a caminar juntos por la vida.
Luego de asistir a un evento, llego la policia y todos debian correr para no ser alcanzados y llevados quien sabe donde.
Es que sin haber hecho nada ellos corrian y sus manos tendieron a tomarse pero decidieron calmarse y caminar juntos.
Cuando juan tenia que marcharse, ella le comento sobre cosas.
Lo que acostumbraba a hacer,o lo que queria de la vida.
Juan le mostro un dibujo que el
traia justamente consigo, era una pintura ,donde dos delfines se cruzaban, saltando sobre el mar y un horizonte hermozo.
Ella le dice que hermozo era lo que juan hacia, lo que ella no sabia era que por esa imagen las visiones de ambos estarian complementadas ya hacia 3 años,desde entonces recuerdan ese hecho y ella lo escribe. Juan por otro lado a ganado concursos y tiene un lugar importante en la vida dedicada a la pintura,pues juntos todo marcha mejor que antes de aquella salida.

7º RELATO FINALIZADO - EN MI TALLER DE PINTURA.

Finalicé Bellas Artes y me especialicé en pintura.
El desván de casa de mis padres estaba repleto de lienzos blancos, paletas y pinceles. Mi madre era una artísta del pincel y de los colores, y a mí me encantaba pasar las horas viendo como mezclaba gotitas de pintura y se descubrían nuevas tonalidades. Yo me sentaba en un banquito pequeño cerca de la ventana, a mí madre siempre la tenía en frente. Y disfrutaba salpicando aquella tela blanca cosida a cuatro trozos de madera y apoyada en el caballete de metro treinta.
Los cuadros pintados se amontonaban por los rincones, algunos quedaban de primeras exposiciones, piezas sueltas de distintas colecciones. (Escrito por Marta, Barcelona)

Recuerdo cuando aspiraba a ser profesora , veterinaria, enfermera.
Luego de mayor fui siendo un poco mas selectiva.
Hoy en día me pregunto, si no hubiera sido mas feliz con una profesión menos complicada.
Mi madre siempre me decía que el talento es un gen oculto , un diamante en bruto que con un buen aprendizaje mucho tiempo y esfuerzo se tenia que pulir.
tuve la suerte de contemplar a grandes maestros de la pintura.
Mi primer encuentro con la pintura fue a los doce años y a los catorce ya había visitado la capilla sextina, había estado en louvre y en el prado.
mi madre se moría de ganas por que algún día sus cuadros se expusieran, que turistas, niños y todo el mundo pudieran conocer en sus pinturas ,tantas y tantas facetas de su vida que dejaba plasmadas en sus obras. (Escrito por Robelfu, Barcelona)

Pero era precisamente ese cuadro de esa etapa en la vida de mi madre, el que realmente me impulsó, y con verdaderas ansias, a pintar, a plasmar mis sentimientos. Ese cuadro, esa etapa de su vida de la que nunca me habló, de la que nunca hablaba.
El cuadro colgaba de una pared en el comedor, al lado de la chimenea. Los amigos, los parientes, comentaban lo mucho que les gustaba, sus colores, su fuerza...y mi madre siempre con una leve sonrisa, les decía que la halagaban demasiado, pero nunca, nunca explicaba el significado del cuadro.
Yo quería pintar con la misma fuerza y expresar con la misma intensidad que lo había hecho ella en ese cuadro, esa era mi finalidad.
Pero ¿cómo lograrlo? (Escrito por Rosa, Barcelona)

Pensé que era mejor dejarlo. No empeñarme en adivinar lo que mi madre expresaba cuando pintaba, y empezar a pintar yo lo que quería transmitir, mis vagos pensamientos, mis experiéncias, mis vivencias, mis miedos, mis alegrías, mis sueños. Fué así, como liberé mi arte, cuando dejé de dar vueltas a lo que los demás veian, a lo que los demás sentían, fué así cuando empezé a pintar mi propia colección.
Mi primera obra, ...., bueno mi primera pintura que consideré como que se podía denominar obra, la creé con mis propias manos, si, literalmente con mis propias manos, con mis huellas digitales. Estaba en mi estudio, junto a una ventana con las puertas de madera, tenía una flores colgadas en ellas, campanillas moradas, fuí a regarla y sin querer tumbé unos botes de pintura que tenía encima de una pequeña banqueta que yo misma había decapado. La pintura se volcó sobre mi paleta. Al recoger los botes y tener las manos mojadas por el agua, mis manos se empaparon de pintura y no se como, la inspiración me invadió y tube las mismas sensaciones que había tenido hacía tiempo, cuando mis manos se mezclaban con el barro en las clases de cerámica de la facultad. Me dirigí hacia el lienzo blanco y apoyé mis manos sobre él. (Escrito por Marta, Barcelona)

Me puse manos a la obra y empecé a ordenar aquel desván, que durante tanto tiempo había permanecido cerrado.
Desde ahora este sera mi nuevo lugar de trabajo, aquí me siento segura ,pro tejida y seguro que mi madre, allí donde este, guiara mis pinceladas .
Me costo mas de una semana organizarlo todo. Juan mi mejor amigo me ayudo con el traslado. Estaba fascinado. Yo siempre le contaba el talento de mi madre, sin embargo, pude ver en sus ojos la sorpresa , la fascinacion , sobretodo cuando vio ese cuadro ,ese que estaba en la salita.
Apenas ablamos mientras estuvimos moviendo y organizando todos los trabajos de mi madre, pues el bien sabia la fascinacion y el orgullo que yo sentía por ella.
¿Que si me causaba tristeza?claro que me la causaba ,teniendo en cuenta tantas vivencias, tantos recuerdos. (Escrito por Robelfu, Barcelona)


Recuerdos.... cuantos recuerdos..... y el mejor, de todos fue "Alma" El primero... recuerdos... Así empecé a pintarlo...
"Primero fueron las caricias que dieron paso a la furia reprimida en cuestión de segudos y los márgenes derechos se impregnaron con el rojo, casi, a desgarro y marcando las uñas llegué al centro del cuadro. Me guiaban la mano, la derecha, pero sin pensarlo, actuó la izquierda, buscando colores como el verde, ambas manos luchaban por el equilibrio y la serenidad se movían arriba y abajo, parecían compatir entre ellas, seguía busqúe el amarillo y suavicé el centro esta vez consciente de lo que hacía, pero de nuevo, mi brazo izquierdo agarró el negro que reservaba para la firma y lo arrojó sin piedad ni cariño sobre la mitad derecha inferior. Goteaba la pintura en forma de lágrimas y en un intento de secarlas, mi manga recorría el lienzo, dejando el llanto a medio surgir, cerré los ojos, me apoye en el oleo fresco y pensé en desnudarme, así lo hice, recelosa de mi intimidad fuí hasta la puerta, la cerré, corrí las cortinas, encendí las velas, dejé caer el lienzo de dos por dos y despació me desnudé. Acaricié con mi ropa todo mi cuerpo, despacio, solté cada prenda, todas y las dejé caer. Y a modo de rezo oré:-Dorado corazón ven a mi, entre mis pechos noté la frescura de la pintura.-Plata pureza impregna mi alma. Desde mi cabeza caía el color como agua suelta la fuente fresca.-Blanco iluminación equilibra mi negro pensamiento.Retocé en él, una y otra vez, sin pensar, tan solo sentía y disfrutaba mientras el tiempo se detenía. No pensaba, sólo gozaba." Recuerdos... (Escrito por Luca, Barcelona)

Pero por mucho que impregnara mis pechos con aquel blanco que se deslizava entre mis piernas y acariciava con mis dedos el lienzo, no llegaba a coincidir ni lo más mínimo con el blanco, blanco pureza, blanco luz, que yacía en el cuadro de mi madre y, por mucho que yo me negara a sacarlo de mi mente, a ser YO, solo yo en mis pinturas ; nacia siempre ese nexo de llegar a plasmar ese color blanco que iluminava el comedor aun siendo negra noche.
Plantada delante de mi cuadro recordé que cuando arreglava el desván encontré una vieja caja de pinturas, me puse una camisola encima y rebusqué bajo un monton de trastos viejos. La encontré, era una vieja caja de madera con las iniciales de mi madre grabadas en oro, ¿eran quizás las pinturas de mi madre?. Abrir la caja me costó muchisimo, necesité un cuchillo para hacer de palanca. Cuando por fin la abrí, vi maravillada como los colores que estavan guardados dentro de sus tubos brillavan con una luz especial. Los pinceles eran de una suavidad extraordinaria, extrema.
Nerviosa por haver encontrado el nexo tan buscado, cogí un nuevo lienzo, y empezé a pintar a pintar YO, con mis propias manos. De los tubos salian colores puros, limpios, y eso hacia que mi imaginacion, mi talento o quizas mis genes dieran rienda suelta a poder plasmar mis pensamientos.
Agotada me tumbé en la vieja cama de bronce que estava apoyada en la pared bajo la ventana.
Con los postigos abiertos, respirando la suave brisa a jazmín, me quedé dormida.
No recuerdo la hora en que una luz me despertó e hizo que con mis manos me tapara los ojos por el dolor que me producia su destello. (Escrito por Rosa, Barcelona)

Aquella luz me cegó, esas pinturas eran mas fuerte que yo, siempre conseguían que hiciera lo que ellas querían.
Era como poesía muda, visible, pintura que solo se aprendía en los museos.
Los tonos se aclaraban y oscurecían sin tener que decorarlos igual que me avían enseñado en la escuela.
Los azules daban al agua limpieza,pureza como si tuvieran corrientes continuas.
Los cielos eran como alas azules y los atardeceres dulces con encanto siempre acariciando el horizonte.
Los arboles verdes de un verde que parecía que sus hojas las moviera el viento.
Desde mi lecho por la mañana parecía que soñaba despierta.
¿Seria ese el secreto de mi madre? (Escrito por Robelfu, Barcelona)

El secreto de mi madre me dominaba la vida. He debido ser una persona en exceso obsesiva.
Tantas horas mirando sin ver me han astillado la intuición, la entendedera.
Hoy puedo aseguraros que mi madre era mágica, pintaba con el prodigio de desconocer de donde le venia el genio, la inspiración. Aquellos primeros gozos sobre el lienzo la llenaron con plenitud muchos años. Enaltecieron todos y cada uno de los pigmentos que uso, de los lienzos que completo.
Convirtió el acto de pintar en todo un ritual intimo, solitario, en perfecto concubinato con nuestra vida normal. Los días de colegio, las fiestas infantiles, los sollozos rotos de amor, las cartas que no llegaban eran parte de sus horas. Ella era todo, además artista, pintora de su realidad y mi madre.

He dejado de indagar, no tengo derecho a romper la intimidad entre el artista y su obra. Puedo suponer, imaginar, cavilar sobre qué, como ó por qué, pero solo eso.

Tengo que vivir mi vida y dejar la de los demás. Quizás, madurar signifique que por fin pueda una dejar en paz a los otros. Lo que nos hacen y lo que nos dejan de hacer.
Hoy, es uno de mis días buenos, no necesito investigar a mi madre para seguir respirando. (Escrito por Teresa, Marbella)

F I N

Gracias a todos los que habéis colaborado.

jueves, 6 de septiembre de 2007

TERESA-MARBELLA

El secreto de mi madre me dominaba la vida. He debido ser una persona en exceso obsesiva.
Tantas horas mirando sin ver me han astillado la intuición, la entendedera.
Hoy puedo aseguraros que mi madre era mágica, pintaba con el prodigio de desconocer de donde le venia el genio, la inspiración. Aquellos primeros gozos sobre el lienzo la llenaron con plenitud muchos años. Enaltecieron todos y cada uno de los pigmentos que uso, de los lienzos que completo.
Convirtió el acto de pintar en todo un ritual intimo, solitario, en perfecto concubinato con nuestra vida normal. Los días de colegio, las fiestas infantiles, los sollozos rotos de amor, las cartas que no llegaban eran parte de sus horas. Ella era todo, además artista, pintora de su realidad y mi madre.

He dejado de indagar, no tengo derecho a romper la intimidad entre el artista y su obra.

Puedo suponer, imaginar, cavilar sobre qué, como ó por qué, pero solo eso.

Tengo que vivir mi vida y dejar la de los demás. Quizás, madurar signifique que por fin pueda una dejar en paz a los otros. Lo que nos hacen y lo que nos dejan de hacer.
Hoy, es uno de mis días buenos, no necesito investigar a mi madre para seguir respirando.

FIN

robelfu-barcelona

aquella luz me cegó, esas pinturas eran mas fuerte que yo, siempre conseguían que hiciera lo que ellas querían.
Era como poesía muda, visible, pintura que solo se aprendía en los museos.
Los tonos se aclaraban y oscurecían sin tener que decorarlos igual que me avían enseñado en la escuela.
Los azules daban al agua limpieza,pureza como si tuvieran corrientes continuas.
Los cielos eran como alas azules y los atardeceres dulces con encanto siempre acariciando el horizonte.
Los arboles verdes de un verde que parecía que sus hojas las moviera el viento.
Desde mi lecho por la mañana parecía que soñaba despierta.
¿Seria ese el secreto de mi madre ?

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Rosa - Barcelona

Pero por mucho que impregnara mis pechos con aquel blanco que se deslizava entre mis piernas y acariciava con mis dedos el lienzo, no llegaba a coincidir ni lo más mínimo con el blanco, blanco pureza, blanco luz, que yacía en el cuadro de mi madre y, por mucho que yo me negara a sacarlo de mi mente, a ser YO, solo yo en mis pinturas ; nacia siempre ese nexo de llegar a plasmar ese color blanco que iluminava el comedor aun siendo negra noche.
Plantada delante de mi cuadro recordé que cuando arreglava el desván encontré una vieja caja de pinturas, me puse una camisola encima y rebusqué bajo un monton de trastos viejos. La encontré, era una vieja caja de madera con las iniciales de mi madre grabadas en oro, ¿eran quizás las pinturas de mi madre?. Abrir la caja me costó muchisimo, necesité un cuchillo para hacer de palanca. Cuando por fin la abrí, vi maravillada como los colores que estavan guardados dentro de sus tubos brillavan con una luz especial. Los pinceles eran de una suavidad extraordinaria, extrema.
Nerviosa por haver encontrado el nexo tan buscado, cogí un nuevo lienzo, y empezé a pintar a pintar YO, con mis propias manos. De los tubos salian colores puros, limpios, y eso hacia que mi imaginacion, mi talento o quizas mis genes dieran rienda suelta a poder plasmar mis pensamientos.
Agotada me tumbé en la vieja cama de bronce que estava apoyada en la pared bajo la ventana.
Con los postigos abiertos, respirando la suave brisa a jazmín, me quedé dormida.
No recuerdo la hora en que una luz me despertó e hizo que con mis manos me tapara los ojos por el dolor que me producia su destello.

Luca - Barcelona

Recuerdos.... cuantos recuerdos..... y el mejor, de todos fue "Alma" El primero... recuerdos... Así empecé a pintarlo...
"Primero fueron las caricias que dieron paso a la furia reprimida en cuestión de segudos y los márgenes derechos se impregnaron con el rojo, casi, a desgarro y marcando las uñas llegué al centro del cuadro. Me guiaban la mano, la derecha, pero sin pensarlo, actuó la izquierda, buscando colores como el verde, ambas manos luchaban por el equilibrio y la serenidad se movían arriba y abajo, parecían compatir entre ellas, seguía busqúe el amarillo y suavicé el centro esta vez consciente de lo que hacía, pero de nuevo, mi brazo izquierdo agarró el negro que reservaba para la firma y lo arrojó sin piedad ni cariño sobre la mitad derecha inferior. Goteaba la pintura en forma de lágrimas y en un intento de secarlas, mi manga recorría el lienzo, dejando el llanto a medio surgir, cerré los ojos, me apoye en el oleo fresco y pensé en desnudarme, así lo hice, recelosa de mi intimidad fuí hasta la puerta, la cerré, corrí las cortinas, encendí las velas, dejé caer el lienzo de dos por dos y despació me desnudé. Acaricié con mi ropa todo mi cuerpo, despacio, solté cada prenda, todas y las dejé caer. Y a modo de rezo oré:-Dorado corazón ven a mi, entre mis pechos noté la frescura de la pintura.-Plata pureza impregna mi alma. Desde mi cabeza caía el color como agua suelta la fuente fresca.-Blanco iluminación equilibra mi negro pensamiento.Retocé en él, una y otra vez, sin pensar, tan solo sentía y disfrutaba mientras el tiempo se detenía. No pensaba, sólo gozaba." Recuerdos...

robelfu-barcelona

Me puse manos a la obra y empecé a ordenar aquel desván, que durante tanto tiempo había permanecido cerrado.
Desde ahora este sera mi nuevo lugar de trabajo, aquí me siento segura ,pro tejida y seguro que mi madre, allí donde este, guiara mis pinceladas .
Me costo mas de una semana organizarlo todo.
Juan mi mejor amigo me ayudo con el traslado.

Estaba fascinado.
Yo siempre le contaba el talento de mi madre, sin embargo, pude ver en sus ojos la sorpresa , la fascinacion , sobretodo cuando vio ese cuadro ,ese que estaba en la salita.
Apenas ablamos mientras estuvimos moviendo y organizando todos los trabajos de mi madre, pues el bien sabia la fascinacion y el orgullo que yo sentía por ella.
¿Que si me causaba tristeza?claro que me la causaba ,teniendo en cuenta tantas vivencias, tantos recuerdos.

Marta - Barcelona.

Pensé que era mejor dejarlo. No empeñarme en adivinar lo que mi madre expresaba cuando pintaba, y empezar a pintar yo lo que quería transmitir, mis vagos pensamientos, mis experiéncias, mis vivencias, mis miedos, mis alegrías, mis sueños. Fué así, como liberé mi arte, cuando dejé de dar vueltas a lo que los demás veian, a lo que los demás sentían, fué así cuando empezé a pintar mi propia colección.
Mi primera obra, ...., bueno mi primera pintura que consideré como que se podía denominar obra, la creé con mis propias manos, si, literalmente con mis propias manos, con mis huellas digitales. Estaba en mi estudio, junto a una ventana con las puertas de madera, tenía una flores colgadas en ellas, campanillas moradas, fuí a regarla y sin querer tumbé unos botes de pintura que tenía encima de una pequeña banqueta que yo misma había decapado. La pintura se volcó sobre mi paleta. Al recoger los botes y tener las manos mojadas por el agua, mis manos se empaparon de pintura y no se como, la inspiración me invadió y tube las mismas sensaciones que había tenido hacía tiempo, cuando mis manos se mezclaban con el barro en las clases de cerámica de la facultad. Me dirijí hacia el lienzo blanco y apoyé mis manos sobre él.

martes, 4 de septiembre de 2007

Rosa - Barcelona

Pero era precisamente ese cuadro de esa etapa en la vida de mi madre, el que realmente me impulsó, y con verdaderas ansias, a pintar, a plasmar mis sentimientos. Ese cuadro, esa etapa de su vida de la que nunca me habló, de la que nunca hablava.
El cuadro colgaba de una pared en el comedor, al lado de la chimenea. Los amigos, los parientes, comentavan lo mucho que les gustava, sus colores, su fuerza...y mi madre siempre con una leve sonrisa, les decia que la halagavan demasiado, pero nunca, nunca explicava el significado del cuadro.
Yo queria pintar con la misma fuerza y expresar con la misma intensidad que lo havia hecho ella en ese cuadro, esa era mi finalidad.
Pero ¿como lograrlo?

lunes, 3 de septiembre de 2007

robelfu-barcelona

Recuerdo cuando aspiraba a ser profesora , veterinaria, enfermera.
Luego de mayor fui siendo un poco mas selectiva.
Hoy en día me pregunto, si no hubiera sido mas feliz con una profesión menos complicada.
Mi madre siempre me decía que el talento es un gen oculto , un diamante en bruto que con un buen aprendizaje mucho tiempo y esfuerzo se tenia que pulir.
tuve la suerte de contemplar a grandes maestros de la pintura.
Mi primer encuentro con la pintura fue a los doce años y a los catorce ya había visitado la capilla sextina, había estado en louvre y en el prado.
mi madre se moría de ganas por que algún día sus cuadros se expusieran, que turistas, niños y todo el mundo pudieran conocer en sus pinturas ,tantas y tantas facetas de su vida que dejaba plasmadas en sus obras.

7º RELATO - EN MI TALLER DE PINTURA - Marta-Barcelona.


Finalicé Bellas Artes y me especialicé en pintura.
El desván de casa de mis padres estaba repleto de lienzos blancos, paletas y pinceles. Mi madre era una artísta del pincel y de los colores, y a mí me encantaba pasar las horas viendo como mezclaba gotitas de pintura y se descubrían nuevas tonalidades. Yo me sentaba en un banquito pequeño cerca de la ventana, a mí madre siempre la tenía en frente. Y disfrutaba salpicando aquella tela blanca cosida a cuatro trozos de madera y apoyada en el caballete de metro treinta.
Los cuadros pintados se amontonaban por los rincones, algunos quedaban de primeras exposiciones, piezas sueltas de distintas colecciones.

(Escrito por Marta).


* Cuadro de: Ramon Pinto. Pintor colombiano conocido artisticamente como Pabon, es un pintor moderno expresionista, natural de Bucaramanga, Santander, Colombia. Actualmente tiene su taller de arte en la ciudad de Bogota.

6º RELATO FINALIZADO - SOY DE DONDE DESEE SER -

Me acosté con frio en mis pies, luego acomodándome a mi cama puse el cojín en mi cabeza.
Pensaba en todo,menos en conciliar el sueño, deprisa corrí la cortina de la ventana, para que los focos de la ciudad no entraran a mi habitacion.Pensaba en el pasado, en lo que hice durante el día , en lo que olvidé hacer, en el hombre que amo y en lo que el estaría pensando en ese mismo instante.
Luego escuchaba a lo lejos voces de personas vagando por la calle, riendo, gritando y quería dejar de pensar, pensar en un futuro, imaginaba como sería mi vida en 20 años más, inmediatamente se me cruzó una imagen de un hombre corriendo, arrancando de algo. Seguí imaginando y millones de cosas aparecían en mi mente sin siquiera querer ser pensadas por mí. De pronto de tanto imaginar,se me dormieron las extremidades y mi cabeza giró hacia la izquierda, fui a crear a otro sitio.
Corria por una calle muy transitada, llena de tráfico, todos me empujaban y yo no podía cruzar una especie de cerro aparecía entre mis ojos.Comencé a desesperar después de que unos niños me lanzaran cada vez que lograba avanzar, no resistí mas y dije:
¡Ya!, no quiero más esta situación, cosa que puso en marcha inmediatamente mi decisión y todo comenzó a ser como yo quería.
Subí hasta la cima y mi cuerpo comenzó a ponerse en posicion de un loto, meditando,todo comenzó a ser calma, paz, tranquilidad y todos sus derivados. Mi rostro fue rosado por brisa, llena de gozo en un minuto eterno de mi vida, me vi en el paraíso de mi interior.
Valles y lagos de frondoso esplendor; un animal extraño comenzó a galopar encima de las aguas y una melodía hermosa caía en mis oidos haciendo la estadía más completa que he tenido en lo que recuerdo de existencia, es que la vivencia en ese lugar era completa, tanto así que si caia de ese monte yo tenía la certeza de que volaría.
Comenze a gritarle a un ser amado que no veía físicamente, pero sabía que me estaba escuchando , que "EN ESE MOMENTO YO ESTABA INMENSAMENTE FELIZ"...
Desperté y no había ido a clases; el tiempo en esta dimensión avanzó demasiado.
Sentia la garganta atorada de sentimientos, los ojos mojados y el corazón a punto de reventar, es que quería volver a ese lugar donde el tiempo no existía y el amor calaba los huesos . La igualdad entre las especies era tan relevante y gracias a esa visión, supe que ese era mi hogar,y que se encuentra esperándome cuando esté lista para volver...

Algo aturdida intenté incorporarme. Mi mente se negaba a tal realidad, mientras en el poso de mi alma aún podía sentir paz.
Sonriendo, fuí colocando todos los libros en la cartera. Despacio y con cautela moví mi cuerpo, hacia la puerta y escalera abajo encontré algo en el suelo que me llamó la atención.
Justo delante del 9 Bis, respaldecía entre el felpudo y la puerta lo que en principio parecia un pendiente, me agache, lo puse sobre mi palma y me sorprendí de su belleza. Un pequeño diamante estaba delante de mi, perfecto en su talle, sobrio en su forma y elegante en esencia.
No me di cuenta en que momento se abrió la puerta, solo oí: "Eso es lo que eres tu".
La cara agradable de Rocio me invitó a pasar. Casi sin poder decir palabra me encontraba en el sofá de su casa con una taza de te en la mano.
Déjame que te cuente, preciosa, déjame que te muestre....

Rocío es una mujer de las que ya quedan pocas en el mundo, por edad, por forma de ser y por las ganas de vivir que pueblan cada pliegue de su piel, elegantemente arrugada por el paso de los años. Luce una brillante media melena blanca, que continuamente se afana en atusar, como si fuese una colegiala esperando a su querido novio a la puerta del colegio.

Yo estoy como voluntaria para cuidar a gente nayor como Rocío, y ella es especial. Su único problema es que se siente algo sola desde que se vino del pueblo a la ciudad, pero a sus 88 años, se defiende perfectamente en casa, y a mi me encanta visitarla mientras me cuenta historias de la vida con nuestra taza de té en la mano.

¿Qué tal te va la vida? Hoy te noto diferente, como más feliz. ¿Ha ocurrido algo agradable en tu vida? - Me pregunta con su eterna sonrisa.

Más o menos. He encontrado un mundo mejor en el que algún día podré vivir, pero no sé dónde se encuentra exactamente.

"Ese lugar está donde tú quieras que esté, Laura. Te voy a contar una historia que me pasó hace mucho tiempo y te va a ayudara entender esto que te digo.
Cuando yo tenía tu edad, y vivía en el pueblo, durante la Guerra Civil, conocí a un chico del bando republicano. Nuestro pueblo estaba en la franja ocupada por los nacionales, pero eso no fue impedimento para que comenzásemos una relación..."

Cuando empezó la guerra yo debía de tener unos trece o catorce años. Haz la cuenta si quieres, yo no estoy para restas.

Vivía con mis padres, cuatro primas maternas, dos tías viudas, tres palomas torcaces y un puñado de extraños que no te sabría explicar. Estos entraban y salían de casa tras pernoctar varios días. Mi madre me mantenía alejada de la sala y de los cuartuchos traseros que era donde los solía alojar. Nunca me contestaba a la pregunta sobre sus identidades. Yo entonces, aun era dócil.

Cada día, a media mañana me enviaba por pan ó leche ó huevos o cualquier otra cosa que me alejara de la casa por unos minutos. En nuestro pueblo aun no habían llegado las restricciones que conoceríamos mas tarde. Cuando pasaba por la calle de la cuesta notaba unos ojos mirándome, sin embargo cuando intentaba ver de donde salían, el sol me retaba a encontrarlos en ventanas o portales cegadas por sus rayos.
Me recuerdo una niña feliz aunque solitaria. Mis primas, mayores que yo, apenas perdían el tiempo en jugar conmigo o darme conversación. Yo era un trabajo mas para ellas. Me gustaba pescar con mi padre las pocas veces que me dejaba, tender las sabanas al sol mientras mi madre cantaba coplas desangradas de amoríos imposibles. Mi vida, independientemente de la guerra, era fácil y hasta cierto punto singular.
Todo esto cambió desde el día que por fin el sol se escondió tras las nubes justo en el mismo momento en que mis ojos escudriñaban unos ventanucos pequeñitos situados a ras del suelo de una de las casas de la calle la cuesta. Los ojos que presentía estaban allí situados en el rostro mas
angustiado y enamorado que jamas ví ni volvere a ver.

Aquel chico no tenía más de 17 años, y esperaba temeroso su llamada a las filas de la guerra. Pero su rostro se iluminó y una sonrisa vistió sus labios.
Con esa edad, y a pesar de que la época que nos acechaba nos haría madurar, en mí aún vivía una enorme inocencia, así que no dudé en agacharme y entre los barrotes de su ventana le pregunté:
- ¿Porque tienes miedo?.
- Hoy se han llevado a un amigo mio a luchar. Cada noche oigo a mi madre intentado ahogar el sonido de su llanto en el pecho de mi padre, sollozando mi nombre y pidiendo al cielo que esta guerra no me lleve. Mis padres son mayores y yo me ocupo de los campos. No tengo más hermanos ni hermanas para que cuiden de ellos, y mi corazón sufre pues sé que vendrán a por mí, y me obligarán a participar en algo con lo que no estoy deacuerdo. Lo peor, es que no hay salida.
- Escondete en algún lugar y huye.
- ¿Y de que servirá eso?. Yo no sufro por mi vida, sufro por la de mis padres, si huyo no sólo se quedaran sólos, sino que aparte es posible que reciban la visita de militares y que les ridiculizen y les hieran diciendoles cosas tan injustas como la cobardía de su hijo.

Pude sentir un vuelco en el corazón, y mis ojos se enternecieron, en mi alma se despertaron sentimientos nuevos y mis ojos se quedarón clavados en él, ahora yo también sonreía, y un cosquilleo recorrió mi cuerpo cuando sus manos acariciaron las mias.

Pasé por allí todos los días, a la misma hora, y sabía que él ya me esperaba. Su sonrisa era simplemente perfecta, y para mí ya no había cosa más bella en el mundo que la luz de sus ojos al mirarme.

El horror no tardó en llegar a nuestras calles. Una noche, el comandate en jefe entró sin avisar a nuestra casa. Asustada, me escondí en el armario de la habitación mientras oía a mi madre suplicar por la vida de mi hermano. Sin habla, intentaba recojer las lágrimas que corrían por mis mejíllas, desde ese momento hasta el día de hoy, no he vuelto a hacer ruido al llorar. Mi llanto era amargo, mi cuerpo, en el interior de aquel pequeño cubículo, se contraía más y más a cada paso que oía de aquellas pesadas botas que llevaban los militares. El crujir de la escalerá entraba en mi cabeza como preludio de lo que iba a suceder y yo trataba por todos los medios de vencer el pánico que me atrapaba, mientras, los gritos ahogados de mi madre se apoderaban de mi alma.
Entró en la habitación y me oriné sobre mi camisón. Podía oirle la respiración, apenas se movía, no escuchaba nada más. Se vovió, intuí que miraba bajo mi cama, abrió el armario. Sacudió mis vestidos y desesperado los tiró al suelo. Por suerte, la puertecita que construyó mi padre el año pasado, pasaba completamente inadvertida para los ojos de cualquier extraño. Me faltaba el aire, no sabía cuanto tiempo más aguantaría. Se alejó de allí y un grito me reconfortó.
-General, la niña se ha largado, no hay ni rastro de ella, la ventana está abierta. Ha podido bajar por las cañerías.
-Vámonos, se oyó a lo lejos, ya tenemos lo que queremos.

Pasó el tiempo, todo era silencio, no oía a mi madre, no oía a mi hermano, no oía nada, sólo el latido de mi corazón golpeando con fuerza mi pecho, y yo, intentando silenciar tal sonido que pensaba que me delataría. Perdí la noción del tiempo y cuando la afixia se apoderó de mi intenté salir de allí dentro. Lentamente abrí la puerta, los vestidos me taponaban la salida, concentré todas mis fuerzas y salí. La fuerte luz de la habitación me cegó por unos instantes. Despacio bajé las escaleras fuí hasta el comedor y allí la vi. Sentada en el butacón negro de padre desvanecida, estaba mi madre.

-Mamá, mamá, le susurré al oido, estoy aqui, mama, vamos, despierta.
-Hija...
Sus ojos hinchados no podían dejar de emanar lágrimas.
-Tranquila mama, yo voy a solucionar esto, tranquila, creen que me he ido, no me buscarán, ahora no existo para ellos. Traeré a mi hermano de vuelta. Lo juro, mama. Lo traeré para ti y nos iremos lejos de aqui.

Escondí a mi madre en el armario que acababa de abandonar asegurándole con voz firme que regresaría con mi hermano. Corrí a la cocina y preparé un jarro con agua del grifo, todo el pan y el embutido que pude encontrar y un cacillo con aceitunas aliñadas.
Se lo subí a mi madre que apenas miraba la comida. Sus ojos desquiciados de miedo y locura rodaban sobre si mismos en unbaile desigual que me aterrorizaban.
No tenia tiempo de compadecerme de mi madre, tenia que averiguar donde habían llevado a mi hermano y sobre todo ¿por qué?.
De repente la guerra era una realidad fría, oscura, sinuosa y destructiva. Tenia miedo, pavor. Mi pueblo no era mi pueblo, mis calles bruscamente eran calles de otros.
Mi corazón me decía que fuese a la calle la cuesta en busca de mi primer y único amigo, mi cerebro me lo impedía. No quería de ninguna manera poner en peligro la vida de mi amigo y como consecuencia la de sus padres.
Estaba impotente y rabiosa, no tenia ni idea de por donde empezar.
Entonces recordé las personas que entraban y salían de mi casa y de nuevo me fui a mi cuarto en busca de mi madre.
- Madre, madre, Mireme, Por Dios. Tengo que saber quienes son los huéspedes. Madre.
De nada me servía, mi madre desmadejada navegaba por otros lugares ajenos a este y pensé que era lo mejor dadas las circunstancias. Volví a dejarla en el armario invadida además por la prisa y la ternura que me despertaba su estado. Tenia que preparar nuestra huida y rapido. Yo no existía para el mundo, pero el mundo no había dejado de existir para mi. Me acaban de destrozar la vida por primera vez y nada seria igual. Nunca.

FIN.

Gracias a todos los que habéis participado.

domingo, 2 de septiembre de 2007

TERESA- MARBELLA

Escondí a mi madre en el armario que acababa de abandonar asegurándole con voz firme que regresaría con mi  hermano. Corrí a la cocina y preparé un jarro con agua del grifo, todo el pan y el embutido que pude encontrar y un cacillo con aceitunas aliñadas.
Se lo subí a mi madre que apenas miraba la comida. Sus ojos desquiciados de miedo y locura rodaban sobre si mismos en unbaile desigual que  me aterrorizaban.
No tenia tiempo de compadecerme de mi madre, tenia que averiguar donde habían llevado a mi hermano y sobre todo ¿por qué?. 
De repente la guerra era una realidad fría, oscura, sinuosa y destructiva. Tenia miedo, pavor. Mi pueblo no era mi pueblo, mis calles bruscamente eran calles de otros.
Mi corazón me decía que fuese a la calle la cuesta en busca de mi primer y único amigo, mi cerebro me lo impedía. No quería de ninguna manera poner en peligro la vida de mi amigo y como consecuencia la de sus padres. 
Estaba  impotente y rabiosa, no tenia ni idea de por donde empezar.
Entonces recordé las personas que entraban y salían de mi casa y de nuevo me fui a mi cuarto en busca de mi madre.
- Madre, madre, Mireme, Por Dios. Tengo que saber quienes son los huéspedes. Madre.
De nada me servía, mi madre desmadejada navegaba por otros lugares ajenos a este y pensé que era lo mejor dadas las circunstancias. Volví a dejarla en el armario invadida además por la prisa y la ternura que me despertaba su estado. Tenia que preparar nuestra huida y rapido. Yo no existía para el mundo, pero el mundo no había dejado de existir para mi. Me acaban de destrozar la vida por primera vez y nada seria igual. Nunca.

FIN.

Luca - Barcelona

El horror no tardó en llegar a nuestras calles. Una noche, el comandate en jefe entró sin avisar a nuestra casa. Asustada, me escondí en el armario de la habitación mientras oía a mi madre suplicar por la vida de mi hermano. Sin habla, intentaba recojer las lágrimas que corrían por mis mejíllas, desde ese momento hasta el día de hoy, no he vuelto a hacer ruido al llorar. Mi llanto era amargo, mi cuerpo, en el interior de aquel pequeño cubículo, se contraía más y más a cada paso que oía de aquellas pesadas botas que llevaban los militares. El crujir de la escalerá entraba en mi cabeza como preludio de lo que iba a suceder y yo trataba por todos los medios de vencer el pánico que me atrapaba, mientras, los gritos ahogados de mi madre se apoderaban de mi alma.
Entró en la habitación y me oriné sobre mi camisón. Podía oirle la respiración, apenas se movía, no escuchaba nada más. Se vovió, intuí que miraba bajo mi cama, abrió el armario. Sacudió mis vestidos y desesperado los tiró al suelo. Por suerte, la puertecita que construyó mi padre el año pasado, pasaba completamente inadvertida para los ojos de cualquier extraño. Me faltaba el aire, no sabía cuanto tiempo más aguantaría. Se alejó de allí y un grito me reconfortó.
-General, la niña se ha largado, no hay ni rastro de ella, la ventana está abierta. Ha podido bajar por las cañerías.
-Vámonos, se oyó a lo lejos, ya tenemos lo que queremos.

Pasó el tiempo, todo era silencio, no oía a mi madre, no oía a mi hermano, no oía nada, sólo el latido de mi corazón golpeando con fuerza mi pecho, y yo, intentando silenciar tal sonido que pensaba que me delataría. Perdí la noción del tiempo y cuando la afixia se apoderó de mi intenté salir de allí dentro. Lentamente abrí la puerta, los vestidos me taponaban la salida, concentré todas mis fuerzas y salí. La fuerte luz de la habitación me cegó por unos instantes. Despacio bajé las escaleras fuí hasta el comedor y allí la vi. Sentada en el butacón negro de padre desvanecida, estaba mi madre.

-Mamá, mamá, le susurré al oido, estoy aqui, mama, vamos, despierta.
-Hija...
Sus ojos hinchados no podían dejar de emanar lágrimas.
-Tranquila mama, yo voy a solucionar esto, tranquila, creen que me he ido, no me buscarán, ahora no existo para ellos. Traeré a mi hermano de vuelta. Lo juro, mama. Lo traeré para ti y nos iremos lejos de aqui.

Marta -Barcelona

Aquel chico no tenía más de 17 años, y esperaba temeroso su llamada a las filas de la guerra. Pero su rostro se iluminó y una sonrisa vistió sus labios.
Con esa edad, y a pesar de que la época que nos acechaba nos haría madurar, en mí aún vivía una enorme inocencia, así que no dudé en agacharme y entre los barrotes de su ventana le pregunté:
- ¿Porque tienes miedo?.
- Hoy se han llevado a un amigo mio a luchar. Cada noche oigo a mi madre intentado ahogar el sonido de su llanto en el pecho de mi padre, sollozando mi nombre y pidiendo al cielo que esta guerra no me lleve. Mis padres son mayores y yo me ocupo de los campos. No tengo más hermanos ni hermanas para que cuiden de ellos, y mi corazón sufre pues sé que vendrán a por mí, y me obligarán a participar en algo con lo que no estoy deacuerdo. Lo peor, es que no hay salida.
- Escondete en algún lugar y huye.
- ¿Y de que servirá eso?. Yo no sufro por mi vida, sufro por la de mis padres, si huyo no sólo se quedaran sólos, sino que aparte es posible que reciban la visita de militares y que les ridiculizen y les hieran diciendoles cosas tan injustas como la cobardía de su hijo.

Pude sentir un vuelco en el corazón, y mis ojos se enternecieron, en mi alma se despertaron sentimientos nuevos y mis ojos se quedarón clavados en él, ahora yo también sonreía, y un cosquilleo recorrió mi cuerpo cuando sus manos acariciaron las mias.

Pasé por allí todos los días, a la misma hora, y sabía que él ya me esperaba. Su sonrisa era simplemente perfecta, y para mí ya no había cosa más bella en el mundo que la luz de sus ojos al mirarme.

sábado, 1 de septiembre de 2007

TERESA-MARBELLA


Cuando empezó la guerra yo debía de tener unos trece o catorce años. Haz la cuenta si quieres, yo no estoy para restas.

Vivía con mis padres, cuatro primas maternas, dos tías viudas, tres palomas torcaces y un puñado de extraños que no te sabría explicar. Estos entraban y salían de casa tras pernoctar varios días. Mi madre me mantenía alejada de la sala y de los cuartuchos traseros que era donde los solía alojar. Nunca me contestaba a la pregunta sobre sus identidades. Yo entonces, aun era dócil.

Cada día, a media mañana me enviaba por pan ó leche ó huevos o cualquier otra cosa que me alejara de la casa por unos minutos. En nuestro pueblo aun no habían llegado las restricciones que conoceríamos mas tarde. Cuando pasaba por la calle de la cuesta notaba unos ojos mirándome, sin embargo cuando intentaba ver de donde salían, el sol me retaba a encontrarlos en ventanas o portales cegadas por sus rayos.
Me recuerdo una niña feliz aunque solitaria. Mis primas, mayores que yo, apenas perdían el tiempo en jugar conmigo o darme conversación. Yo era un trabajo mas para ellas. Me gustaba pescar con mi padre las pocas veces que me dejaba, tender las sabanas al sol mientras mi madre cantaba coplas desangradas de amoríos imposibles. Mi vida, independientemente de la guerra, era fácil y hasta cierto punto singular.
Todo esto cambió desde el día que por fin el sol se escondió tras las nubes justo en el mismo momento en que mis ojos escudriñaban unos ventanucos pequeñitos situados a ras del suelo de una de las casas de la calle la cuesta. Los ojos que presentía estaban allí situados en el rostro mas
angustiado y enamorado que jamas ví ni volvere a ver.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Angelo - Cantabria

Rocío es una mujer de las que ya quedan pocas en el mundo, por edad, por forma de ser y por las ganas de vivir que pueblan cada pliegue de su piel, elegantemente arrugada por el paso de los años. Luce una brillante media melena blanca, que continuamente se afana en atusar, como si fuese una colegiala esperando a su querido novio a la puerta del colegio.

Yo estoy como voluntaria para cuidar a gente nayor como Rocío, y ella es especial. Su único problema es que se siente algo sola desde que se vino del pueblo a la ciudad, pero a sus 88 años, se defiende perfectamente en casa, y a mi me encanta visitarla mientras me cuenta historias de la vida con nuestra taza de té en la mano.

¿Qué tal te va la vida? Hoy te noto diferente, como más feliz. ¿Ha ocurrido algo agradable en tu vida? - Me pregunta con su eterna sonrisa.

Más o menos. He encontrado un mundo mejor en el que algún día podré vivir, pero no sé dónde se encuentra exactamente.

"Ese lugar está donde tú quieras que esté, Laura. Te voy a contar una historia que me pasó hace mucho tiempo y te va a ayudara entender esto que te digo.
Cuando yo tenía tu edad, y vivía en el pueblo, durante la Guerra Civil, conocí a un chico del bando republicano. Nuestro pueblo estaba en la franja ocupada por los nacionales, pero eso no fue impedimento para que comenzásemos una relación..."

lunes, 27 de agosto de 2007

Luca - Barcelona

Algo aturdida intenté incorporarme. Mi mente se negaba a tal realidad, mientras en el poso de mi alma aún podía sentir paz.
Sonriendo, fuí colocando todos los libros en la cartera. Despacio y con cautela moví mi cuerpo, hacia la puerta y escalera abajo encontré algo en el suelo que me llamó la atención.
Justo delante del 9 Bis, respaldecía entre el felpudo y la puerta lo que en principio parecia un pendiente, me agache, lo puse sobre mi palma y me sorprendí de su belleza. Un pequeño diamante estaba delante de mi, perfecto en su talle, sobrio en su forma y elegante en esencia.
No me di cuenta en que momento se abrió la puerta, solo oí: "Eso es lo que eres tu".
La cara agradable de Rocio me invitó a pasar. Casi sin poder decir palabra me encontraba en el sofá de su casa con una taza de te en la mano.
Déjame que te cuente, preciosa, déjame que te muestre....