aquella luz me cegó, esas pinturas eran mas fuerte que yo, siempre conseguían que hiciera lo que ellas querían.
Era como poesía muda, visible, pintura que solo se aprendía en los museos.
Los tonos se aclaraban y oscurecían sin tener que decorarlos igual que me avían enseñado en la escuela.
Los azules daban al agua limpieza,pureza como si tuvieran corrientes continuas.
Los cielos eran como alas azules y los atardeceres dulces con encanto siempre acariciando el horizonte.
Los arboles verdes de un verde que parecía que sus hojas las moviera el viento.
Desde mi lecho por la mañana parecía que soñaba despierta.
¿Seria ese el secreto de mi madre ?
Para Relajarse Leyendo
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jueves, 6 de septiembre de 2007
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4 comentarios:
no se quien eres pero me demuestras ser un poco jilipollas ¿no?
lo mismo digo,ha joder a otra parte
Curaçao, ¿de verdad no tienes nada más interesante que repetir una y otra vez la misma pregunta?.
¿Que tal si pruebas a llamar por teléfono a Teresa y preguntarle directamente? o ¿es que no tienes suficiente valor como para dar la cara?.
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