Para Relajarse Leyendo

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viernes, 7 de septiembre de 2007

7º RELATO FINALIZADO - EN MI TALLER DE PINTURA.

Finalicé Bellas Artes y me especialicé en pintura.
El desván de casa de mis padres estaba repleto de lienzos blancos, paletas y pinceles. Mi madre era una artísta del pincel y de los colores, y a mí me encantaba pasar las horas viendo como mezclaba gotitas de pintura y se descubrían nuevas tonalidades. Yo me sentaba en un banquito pequeño cerca de la ventana, a mí madre siempre la tenía en frente. Y disfrutaba salpicando aquella tela blanca cosida a cuatro trozos de madera y apoyada en el caballete de metro treinta.
Los cuadros pintados se amontonaban por los rincones, algunos quedaban de primeras exposiciones, piezas sueltas de distintas colecciones. (Escrito por Marta, Barcelona)

Recuerdo cuando aspiraba a ser profesora , veterinaria, enfermera.
Luego de mayor fui siendo un poco mas selectiva.
Hoy en día me pregunto, si no hubiera sido mas feliz con una profesión menos complicada.
Mi madre siempre me decía que el talento es un gen oculto , un diamante en bruto que con un buen aprendizaje mucho tiempo y esfuerzo se tenia que pulir.
tuve la suerte de contemplar a grandes maestros de la pintura.
Mi primer encuentro con la pintura fue a los doce años y a los catorce ya había visitado la capilla sextina, había estado en louvre y en el prado.
mi madre se moría de ganas por que algún día sus cuadros se expusieran, que turistas, niños y todo el mundo pudieran conocer en sus pinturas ,tantas y tantas facetas de su vida que dejaba plasmadas en sus obras. (Escrito por Robelfu, Barcelona)

Pero era precisamente ese cuadro de esa etapa en la vida de mi madre, el que realmente me impulsó, y con verdaderas ansias, a pintar, a plasmar mis sentimientos. Ese cuadro, esa etapa de su vida de la que nunca me habló, de la que nunca hablaba.
El cuadro colgaba de una pared en el comedor, al lado de la chimenea. Los amigos, los parientes, comentaban lo mucho que les gustaba, sus colores, su fuerza...y mi madre siempre con una leve sonrisa, les decía que la halagaban demasiado, pero nunca, nunca explicaba el significado del cuadro.
Yo quería pintar con la misma fuerza y expresar con la misma intensidad que lo había hecho ella en ese cuadro, esa era mi finalidad.
Pero ¿cómo lograrlo? (Escrito por Rosa, Barcelona)

Pensé que era mejor dejarlo. No empeñarme en adivinar lo que mi madre expresaba cuando pintaba, y empezar a pintar yo lo que quería transmitir, mis vagos pensamientos, mis experiéncias, mis vivencias, mis miedos, mis alegrías, mis sueños. Fué así, como liberé mi arte, cuando dejé de dar vueltas a lo que los demás veian, a lo que los demás sentían, fué así cuando empezé a pintar mi propia colección.
Mi primera obra, ...., bueno mi primera pintura que consideré como que se podía denominar obra, la creé con mis propias manos, si, literalmente con mis propias manos, con mis huellas digitales. Estaba en mi estudio, junto a una ventana con las puertas de madera, tenía una flores colgadas en ellas, campanillas moradas, fuí a regarla y sin querer tumbé unos botes de pintura que tenía encima de una pequeña banqueta que yo misma había decapado. La pintura se volcó sobre mi paleta. Al recoger los botes y tener las manos mojadas por el agua, mis manos se empaparon de pintura y no se como, la inspiración me invadió y tube las mismas sensaciones que había tenido hacía tiempo, cuando mis manos se mezclaban con el barro en las clases de cerámica de la facultad. Me dirigí hacia el lienzo blanco y apoyé mis manos sobre él. (Escrito por Marta, Barcelona)

Me puse manos a la obra y empecé a ordenar aquel desván, que durante tanto tiempo había permanecido cerrado.
Desde ahora este sera mi nuevo lugar de trabajo, aquí me siento segura ,pro tejida y seguro que mi madre, allí donde este, guiara mis pinceladas .
Me costo mas de una semana organizarlo todo. Juan mi mejor amigo me ayudo con el traslado. Estaba fascinado. Yo siempre le contaba el talento de mi madre, sin embargo, pude ver en sus ojos la sorpresa , la fascinacion , sobretodo cuando vio ese cuadro ,ese que estaba en la salita.
Apenas ablamos mientras estuvimos moviendo y organizando todos los trabajos de mi madre, pues el bien sabia la fascinacion y el orgullo que yo sentía por ella.
¿Que si me causaba tristeza?claro que me la causaba ,teniendo en cuenta tantas vivencias, tantos recuerdos. (Escrito por Robelfu, Barcelona)


Recuerdos.... cuantos recuerdos..... y el mejor, de todos fue "Alma" El primero... recuerdos... Así empecé a pintarlo...
"Primero fueron las caricias que dieron paso a la furia reprimida en cuestión de segudos y los márgenes derechos se impregnaron con el rojo, casi, a desgarro y marcando las uñas llegué al centro del cuadro. Me guiaban la mano, la derecha, pero sin pensarlo, actuó la izquierda, buscando colores como el verde, ambas manos luchaban por el equilibrio y la serenidad se movían arriba y abajo, parecían compatir entre ellas, seguía busqúe el amarillo y suavicé el centro esta vez consciente de lo que hacía, pero de nuevo, mi brazo izquierdo agarró el negro que reservaba para la firma y lo arrojó sin piedad ni cariño sobre la mitad derecha inferior. Goteaba la pintura en forma de lágrimas y en un intento de secarlas, mi manga recorría el lienzo, dejando el llanto a medio surgir, cerré los ojos, me apoye en el oleo fresco y pensé en desnudarme, así lo hice, recelosa de mi intimidad fuí hasta la puerta, la cerré, corrí las cortinas, encendí las velas, dejé caer el lienzo de dos por dos y despació me desnudé. Acaricié con mi ropa todo mi cuerpo, despacio, solté cada prenda, todas y las dejé caer. Y a modo de rezo oré:-Dorado corazón ven a mi, entre mis pechos noté la frescura de la pintura.-Plata pureza impregna mi alma. Desde mi cabeza caía el color como agua suelta la fuente fresca.-Blanco iluminación equilibra mi negro pensamiento.Retocé en él, una y otra vez, sin pensar, tan solo sentía y disfrutaba mientras el tiempo se detenía. No pensaba, sólo gozaba." Recuerdos... (Escrito por Luca, Barcelona)

Pero por mucho que impregnara mis pechos con aquel blanco que se deslizava entre mis piernas y acariciava con mis dedos el lienzo, no llegaba a coincidir ni lo más mínimo con el blanco, blanco pureza, blanco luz, que yacía en el cuadro de mi madre y, por mucho que yo me negara a sacarlo de mi mente, a ser YO, solo yo en mis pinturas ; nacia siempre ese nexo de llegar a plasmar ese color blanco que iluminava el comedor aun siendo negra noche.
Plantada delante de mi cuadro recordé que cuando arreglava el desván encontré una vieja caja de pinturas, me puse una camisola encima y rebusqué bajo un monton de trastos viejos. La encontré, era una vieja caja de madera con las iniciales de mi madre grabadas en oro, ¿eran quizás las pinturas de mi madre?. Abrir la caja me costó muchisimo, necesité un cuchillo para hacer de palanca. Cuando por fin la abrí, vi maravillada como los colores que estavan guardados dentro de sus tubos brillavan con una luz especial. Los pinceles eran de una suavidad extraordinaria, extrema.
Nerviosa por haver encontrado el nexo tan buscado, cogí un nuevo lienzo, y empezé a pintar a pintar YO, con mis propias manos. De los tubos salian colores puros, limpios, y eso hacia que mi imaginacion, mi talento o quizas mis genes dieran rienda suelta a poder plasmar mis pensamientos.
Agotada me tumbé en la vieja cama de bronce que estava apoyada en la pared bajo la ventana.
Con los postigos abiertos, respirando la suave brisa a jazmín, me quedé dormida.
No recuerdo la hora en que una luz me despertó e hizo que con mis manos me tapara los ojos por el dolor que me producia su destello. (Escrito por Rosa, Barcelona)

Aquella luz me cegó, esas pinturas eran mas fuerte que yo, siempre conseguían que hiciera lo que ellas querían.
Era como poesía muda, visible, pintura que solo se aprendía en los museos.
Los tonos se aclaraban y oscurecían sin tener que decorarlos igual que me avían enseñado en la escuela.
Los azules daban al agua limpieza,pureza como si tuvieran corrientes continuas.
Los cielos eran como alas azules y los atardeceres dulces con encanto siempre acariciando el horizonte.
Los arboles verdes de un verde que parecía que sus hojas las moviera el viento.
Desde mi lecho por la mañana parecía que soñaba despierta.
¿Seria ese el secreto de mi madre? (Escrito por Robelfu, Barcelona)

El secreto de mi madre me dominaba la vida. He debido ser una persona en exceso obsesiva.
Tantas horas mirando sin ver me han astillado la intuición, la entendedera.
Hoy puedo aseguraros que mi madre era mágica, pintaba con el prodigio de desconocer de donde le venia el genio, la inspiración. Aquellos primeros gozos sobre el lienzo la llenaron con plenitud muchos años. Enaltecieron todos y cada uno de los pigmentos que uso, de los lienzos que completo.
Convirtió el acto de pintar en todo un ritual intimo, solitario, en perfecto concubinato con nuestra vida normal. Los días de colegio, las fiestas infantiles, los sollozos rotos de amor, las cartas que no llegaban eran parte de sus horas. Ella era todo, además artista, pintora de su realidad y mi madre.

He dejado de indagar, no tengo derecho a romper la intimidad entre el artista y su obra. Puedo suponer, imaginar, cavilar sobre qué, como ó por qué, pero solo eso.

Tengo que vivir mi vida y dejar la de los demás. Quizás, madurar signifique que por fin pueda una dejar en paz a los otros. Lo que nos hacen y lo que nos dejan de hacer.
Hoy, es uno de mis días buenos, no necesito investigar a mi madre para seguir respirando. (Escrito por Teresa, Marbella)

F I N

Gracias a todos los que habéis colaborado.

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