Para Relajarse Leyendo

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viernes, 12 de octubre de 2007

9º RELATO FINALIZADO: "Mejor Sin Pasado"

A mis 26 años y ahora, recién rehabilitada, sólo tengo un temor, ¿que cosas puedo explicar de mi vida para no ser repudiada?. Porque las cosas son así, no nos engañemos que eso sería de necios, cuando me incorpore en un nuevo trabajo, y conozca a gente nueva, es posible, y sólo digo que es posible, haga amistad con alguien, ..., ¿que le podré contar para que esa amistad se concilie?.

Dejé los estudios medio colgados por mi capricho por la música, y digo capricho, porque realmente fué así, nunca me lo tomé en serio, sólo me servía para llevar el tipo de vida que me descontrolaba y así me sentía más segura, con personalidad, eterna rebeldía. Empezé a cantar con un grupo de amigos callejeros, todos eramos así, como un poco rockeros. Nos fascinaban las chupas de cuero, los tatuajes, fumar, la cerveza, las motos y todo lo que fuera encontra de lo que nos decían nuestros padres, bueno, los padres de los demás, porque los míos, apenas ni me miraban. Creo que se dieron por vencidos a la segunda vez que les contesté que no pensaba hacer lo que me decían, debía tener yo unos 15 años, recuerdo a mi madre perfectamente, en la cocina de nuestra mansión, con el pelo perfectamente colocado, y los labios pintados del mismo color rosa que su vestido ñoño de mujer acomodada, dirigirse a mi padre y decirle:
- Bueno, yo no puedo con ella, esta chica es un caso perdido, o te pones serio con ella, o hablamos de enviarla alguna escuela fuera del país donde pueda ser disciplinada.

Mi padre no fué mucho más explícito y me miró para decirme:
- Oye, ¿crees que no tengo más problemas? o ¿es que acaso te crees que lo que comes llega sólo a la nevera?, haz el favor de hacer lo que te de la gana, pero no me des problemas.

Yo me quedé igual que estaba, o sería más correcto decir que entonces me quedé mejor, porque por fín creía que sería feliz sin ordenes ni mandatos, ni leyes ... Así que como me fué tan fácil saltarme las normas de casa, caí en la confusa idea que me podía saltar las leyes de todo el mundo, hasta las de la propia naturaleza, haciendo lo que realmente me daba la gana.

Una cosa me llevó a la otra, lo cierto es que ahora, al recordar, veo la inconciencia que había en mi, pero me cuesta no soreir recordando algunos momentos. Vivíamos al margen de todo, convencidos de que nada nos iba a pasar hasta aquella fatidica madrugada en la que Rick perdió el control. Nunca antes habíamos hecho algo asi, ni tan siquiera en nuestras interminables reuniones de alcohol, fuimos capaces de imaginarnos nada de lo que sucedió.
Conducíamos mientras cantabamos lo que iba a ser nuestro primer éxito, los cinco, enlatados en aquel mustang rojo del 76, una y otra vez repetíamos. "Red is my blood", "Red is my bloodd." (Roja es mi sangre).
Ricky frenó en seco, mi cabeza golpeó contra el cristal, y no recuerdo mucho más, solo una imagen, difuminada, poco clara, pero siempre la misma aparece en mis sueños... Rick golpeaba a Jonny.
Ese fué el último día que vi a los dos. Jonny murió en el accidente y en cuanto a Rick...
No lo se, sólo se que ahora ya estoy preparada para ser normal, hoy empiezo en una de las mejores empresas que hay al oeste de california, hoy nadie sabe quien soy, a partir de hoy seré quien yo quiera ser.

Es difícil ocultar un pasado, más cuando es oscuro. Aunque puede que inventar uno más políticamente correcto sea incluso una tarea aún mayor, así que lo mejor será, tal vez, limitarme a proporcionar la información justa y necesaria, sin entrar en mayores detalles, a pesar de que esto pueda hacerme parecer borde o introvertida, cosa que nunca fui.

Si hay algo que lo hace difícil es todo lo ajeno a uno mismo, tú, hasta cierto punto, puedes controlar tus reacciones, pero poco hay que se pueda hacer para evitar factores externos, que fragmentos y personajes de ese pasado regresen a la escena de tu nueva vida, alterando por completo el gúión preestablecido.

El gran cartel dorado de la puerta da una idea del entramado empresarial del que voy a pasar a formar parte. "Woods, Spencer & Jones" es la consultoría financiera más grandes de Oackland, y una de las más prestigiosas de toda la costa Oeste.

Me queda tan sólo rellenar unos formularios de trámite (datos y esas cosas, pura burocracia) para pasar a ser secretaria personal de uno de los socios, James Woods, el mayor de los 3, un hombre de pelo cano y apariencia afable que, según se comenta, esconde todo un tiburón empresarial. A pesar de mi jventud rebelde, tras aquel accidente, decidí retomar los estudios y acabé la carrera de economía, ya que siempre se me dieron bien los números.

Iba con un poco de miedo, el cual desapareció de inmediato, sustituido por un profundo pánico interior al descubrir a Rick en el despacho en el que me habían citado...

Rick tiene una cicatriz extraña a la altura de la ceja derecha que ha ayudado a modificar la expresión de sus ojos. Su piel, morena como siempre, parchea blanquecinas manchas sobre su cuello y las manos. Le supongo alguna enfermedad. -Son los nervios- me dice siguiendo el recorrido de mis ojos.
Tras tantos años, sus primeras palabras me transmiten sus nervios a mi, en mi interior me veo llena de manchas como él y tiemblo. - Cuanto tiempo, no te veo desde.......,le digo intentando ganar tiempo. -Desde el accidente- me corta secamente mirándome a los ojos. Sus ojos son muy redondos, ¿lo eran tanto antes? Tiene los labios más afilados si cabe y entradas en el pelo. Delgado como un junco y muy elegante me produce miedo. Toda mi seguridad adquirida hace aguas por mis axilas mientras procuro secarme las manos disimuladamente en el tejido de mi asiento. Nada bueno puede venir de Rick y menos en mi nueva vida.
Corta mis pensamientos de cuajo diciéndome con sorna malvada: - Si llego a saber que trabajaríamos juntos habría aceptado el puesto meses antes- Descompuesta le miro sin comprender, -¿juntos? - Por supuesto, voy a insistir en que formes parte de mi equipo, te quiero muy cerca de mi. ¿lo entiendes?-
!!!Maldita sea clama mi interior, mil veces maldito entre los malditos. Maldigo el capricho del destino que lo pone frente a mi.

De repente lo veo todo claro. No tengo que plegarme a los caprichos del destino. Puedo elegir.
He conseguido superarme a mi misma y nadie tiene derecho, y menos por un plato de lentejas, a humillarme ó cargarse todo el esfuerzo que he realizado a lo largo de estos años.

-¿Sabes?, Rick. No vas a trabajar conmigo, ni ahora ni nunca. Tu estas muerto y enterrado para mí. Formas parte de un pasado que no puedo cambiar, pero si puedo enterrarlo en capas de tiempo, de días y horas. Jamas te permitiré volver a formar parte de mi vida, antes preferiría perderla. - Rick sacude la cabeza mientras con el dedo hace señas sobre su sien dandome a entender que me considera loca, ida. Yo, temblona por la ira que me sube y me sube sin parar hacía la boca me agarro con fuerza a la silla poniéndome de pie. Tomo el bolso, mi currículum de la mesa y al pasar al lado de Rick éste me coge la muñeca. - No vas a escapar, tienes que estar a mi lado, no puedes irte otra vez.- Lloriquea mas que habla ante el aplomo que aparento y siento que es el final.
Me solté de su mano y salí a la calle. Aquel si que fue el primer día de mi vida real, pero claro, eso ya es otra historia.

FIN

Gracias a todos los que habéis participado.

2 comentarios:

Antonio dijo...

Tremendo. Te felicito por el relato. Me gusta porque se parece a una historia cercana que conocí, aunque la tuya da fuerza y ganas de vivir y empezar de nuevo, bien. Bonita pastilla:) Me has imprezionado. Tienes un alma hermosa.

Besos

Marinel dijo...

Impresionante historia.Una vida dislocada por la juventud y rehecha a fuerza de impulsos de ganas por vivir.Un coraje sublime ante el futuro que tiene que venir.
El romper definitivamente con el pasado doloroso es la mejor opción que podía tomar.
Me ha gustado mucho, de verdad.
Un beso.