En ese preciso instante, Ramón se da la vuelta y centra su mirada en el baúl. Mi cuerpo queda paralizado pensando que Ramón pueda descubrirme.
Pasan unos segundos eternos. Todo se detiene; Ramón, con la mirada todavía fija en el baúl, barrunta algo que no llego a entender y enfadado, como nunca antes le había visto, se acerca al baúl. Ahora sólo llego a ver sus piernas, se encuentra justo delante del baúl.
Pasa el tiempo y Ramón sigue allí, inmóvil frente al baúl. No llego a adivinar qué hace exactamente. De repente, Ramón se mueve hacia su derecha y exclama: "¡Así que estabas aquí! ¡Ya sabía yo que te encontraría aqui!
Pero el baúl sigue sin abrirse. Mi respiración empieza a acelerarse, y procuro intentar que no se oiga mucho.
Acerco mi ojo a la cerradura del baúl, para averiguar qué está pasando en la habitación. Ramón, con gesto más aliviado, sostiene un paraguas en su mano derecha, mientras sigue conversando con el negro artilugio: "Ya me hago viejo, cada día me cuesta más encontrarte..."
Para Relajarse Leyendo
Etiquetas
- Fragmentos (77)
- Mensajes (3)
- Relatos (9)
jueves, 23 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Vaya que bueno! una nota de sonrisa,me tenias con el corazon en un puño...ahora falta la nota de erotismo,animate lex!!!!lucaaaaaaaaaa!!!!
Vaya otro giro!!!! inssss!!! ahora que pongo. Vale, ya voy....
Por favor rosa quita la foto que sale en los coments, que le tengo que ir dando cada vez a la tecla de no
vale
ahora?
Publicar un comentario